“Un poco de locura en la primavera es saludable, incluso para el rey.” Emily Dickinson
Todos los procesos de cambio consumen una cantidad enorme de energía. Esta semana es el final del invierno, un tiempo de una profunda transformación. Dejamos atrás la oscuridad, el frío (en nuestro caso simbólico) y el silencio, para pasar a la primavera.
Este año el acontecimiento ocurrirá el domingo 20 de marzo a las 11:33 a.m. (hora Rep. Dominicana), marcando el inicio del año nuevo cósmico con la entrada del equinoccio de primavera para el hemisferio norte y de otoño para el hemisferio sur.
Como en todo nacimiento, este momento exhibe una gran fuerza. El escritor japonés Kobayashi Issa dice que en el “amanecer de primavera, incluso mi sombra está repleta de vigor”. En el equinoccio el día y la noche tendrán la misma duración, brindando igual cantidad de luz y de sombra.
Lee más: La primavera en distintos países
La poeta británica del siglo XIX Christina Rossetti aseguraba que en primavera la vida está en todo. La creencia popular piensa que ese equilibrio puede ser un momento ideal para que el ser humano ponga en equilibrio sus pasiones y debilidades, logrando poner en balance la polaridad masculina y femenina.
Para muchas personas, este tiempo representa un estado de renovación, una oportunidad de recargarse de energía y de sentirse mejor, a gusto consigo mismas y con el mundo.
En la época pre-cristiana, los celtas llamaban a esta época “Ostara” y su símbolo era el huevo, por las asociaciones con el renacimiento que brinda la oportunidad de experimentar otra forma de vida.
Desde ese tiempo hasta nuestros días, el despertar de la vida luego del invierno es un símbolo de resurrección.
Y es que la primavera se conoce como una evocación de la fuerza germinativa, que activa el despertar de las semillas. En esta temporada, la conciencia es fertilizada para nutrir los deseos del año cósmico que comienza.
El novelista ruso León Tolstói decía que la primavera es el momento de los planes y los proyectos.
Desde el punto de vista astrológico, el año empieza con el equinoccio de primavera. El tiempo es propicio para elegir sueños y expresarlos en el mundo.
Del mismo modo como ocurre con el año nuevo tradicional, es un momento ideal para hacer rituales que potencien las fuerzas para experimentar de un buen modo esta transformación.
6 rituales para celebrar la primavera:
1.Refresca la energía de tu espacio:
Haz limpieza general en tu casa. Deja ir lo que no sirve, conserva y utiliza lo que sí. Guarda la ropa oscura y pesada, para vestir con ropa fresca y ligera. Compra plantas.
Reacomoda los muebles. Pon flores. Coloca algunos objetos nuevos y llenos de color.
Toma un paño de color claro y humedécelo en una solución de 2 litros de agua con una cucharadita de sal de mar y dos cucharadas de vinagre blanco.
Quita el exceso de agua y limpia las superficies de tus muebles y cuadros, para aumentar la buena vibra.
2. Regálate un baño energético:
Prepara un baño con 5 hierbas: ruda, salvia, eucalipto, mirra y enebro. Hierve 2 litros de agua y agrega una cucharadita de cada una de las hierbas.
Retira la mezcla del fuego. Espera a que esté tibio. Luego de ducharte, deja caer la infusión del cuello hacia abajo.
3.Sintoniza la pureza:
Espera la primavera vistiendo prendas de color blanco, para conectar con la pureza de la energía nueva que llega en este tiempo.
4. Abraza un árbol para abrir los caminos:
Para este ritual requieres una hoja de papel, lapicero, una llave que no abra nada conocido, una moneda y una pala pequeña de jardinería, que te sirva para cavar. Escribe en la hoja lo que deseas atraer en tu vida.
El día 20 busca un árbol sano y frondoso, acércate y pídele permiso para nutrirte de sus energías y tener la fuerza para “abrir caminos”.
Excava un pequeño hoyo en la tierra a un lado del árbol y deposita (en orden): la hoja doblada, la moneda y la llave. Cubre de nuevo con la tierra y pídele al árbol que reciba esta ofrenda.
Abrázalo y agradece. Al terminar, aléjate en silencio.
5. Ábrete a lo nuevo:
Enciende una vela blanca en un lugar tranquilo el día del equinoccio y dí: “Con el cierre de este ciclo dejo atrás mis errores y todo lo que ya cumplió su función.
Me perdono, suelto y confío. Me abro a florecer como la primavera”. Se recomienda meditar en las cosas que vas a sacar de tu vida antes de encender la vela.
6. Sintonizar la prosperidad:
Este ritual requiere un recipiente de cerámica o de barro, tres hojas de laurel, fósforos, una rama de canela, una cucharadita de azúcar blanca y un billete.
Coloca el billete doblado en tres partes bajo el recipiente, y sobre el recipiente pon el azúcar, la canela abierta (hecha tiritas) y las hojas de laurel.
Enciende las hojitas de laurel con los fósforos y mientras se queman ten pensamientos positivos de abundancia de bien.
Una costumbre muy antigua recomienda usar un anclaje para recibir de un buen modo la nueva energía, los primeros 12 días de la primavera. Los babilonios y egipcios usaban amuletos.
Puedes usar cualquier cuarzo para este propósito. En China se utilizan el jade para atraer la buena suerte. En México usan el ámbar. En RD podemos usar el ámbar o el Larimar.
¡Feliz Primavera!