El 6 de septiembre el Movimiento de Cursillos de Cristiandad celebró la Ultreya Arquidiocesana en su sede la Casa San Pablo.
Esta Ultreya Arquidiocesana fue muy especial dado que se estuvo celebrando el 61 aniversario de la llegada del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) en nuestro país.
En esta edición se tuvo como orador invitado a S.E.R Monseñor Jose Amable Duran Tineo, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo y Vicario Espiscopal de la Vicaria de Santo Domingo Norte.
Monseñor Amable expuso el tema: 61 años de Evangelización del MCC.
La Eucaristía presidida por él tuvo como parroquia madrina a parroquia Nuestra Señora de América Latina.
Este actividad evangelizadora como lo son en su mayoría todas en el MCC fue abierto a todo público y completamente gratuito.
En sus palabras de bienvenida expreso su gran alegría de compartir con los cursillistas para felicitarles en el 61 aniversario de este hermoso movimiento de fe.
En este día especial, expreso su más sincera admiración y gratitud por el compromiso y la dedicación que los cursillistas han demostrado a lo largo de los años en la difusión del Evangelio y la formación espiritual de tantas personas.
El Movimiento Cursillos de Cristiandad ha sido un faro de luz en la Iglesia Católica, iluminando los corazones de aquellos que han tenido la bendición de participar en sus Cursillos, Ultreyas, Escuela de Formación y demás actividades y retiros.
Han llevado a cabo una labor admirable al inspirar y fortalecer la fe de tantos fieles, ayudándoles a crecer en su relación con Dios y en su compromiso con el prójimo.
En estos 61 años de historia, han enfrentado desafíos como lo fue no detenerse en la pandemia y seguir evangelizando a través de las redes sociales (Facebook, Instagram, twitter e YouTube por las cuales también se han pescado tantas almas para Cristo. En resumen, han perseverado en su misión de llevar a Cristo al mundo y al mundo a Cristo.
Siguió animando como un buen pastor el trabajo de esta comunidad cursillista la cual ha sido y está llamada a seguir siendo un testimonio vivo del amor de Dios y de la comunidad cristiana.
En este 61 aniversario, los impulsó a seguir adelante, con la misma pasión y entusiasmo que los ha caracterizado. Que este nuevo año sea una oportunidad para profundizar aún más en su relación con Cristo y para llegar a un número aún mayor de personas con el mensaje del Evangelio.
Asimismo recordó y agradeció a Dios por los iniciadores del MCC instrumentos valientes y audaces que se atrevieron a confiar en el plan divino y fueron como los cursillistas de hoy dóciles a su Gracia, poniendo en marcha la moción recibida del Espíritu Santo para evangelizar a tiempo y a destiempo, permitiendo encontrar a Cristo, quien nos da sentido pleno a nuestra vida que se ha traducido en el cuarto día en términos cursillistas y así en una vida más consciente y activa, en una vida de piedad y sacramental enriquecida con la formación continua y permanente y en el ejercicio de obras de caridad en las distintas parroquias donde se encuentran.
En definitiva, una espiritualidad cristiana que ha contribuido decididamente a la familia, devolviéndole su vocación de comunidad de vida y de amor, gran santuario de la vida y también transmisora de los más auténticos valores cristianos y humanos.
Destacó también que a través de los cursillos de cristiandad muchos seminaristas y sacerdotes han vuelto a renacer a su vida vocacional, a su vida de fe con un mayor dinamismo.
Asimismo resaltó que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad ha permeado con gran fervor en las parroquias, ambientes y sobre todo la formación de tantos hombres y mujeres con una verdadera conciencia ciudadana, viviendo en los distintos ambientes la honestidad que hoy tanto también predicamos y proclamamos.
Finalmente reiteró a los integrantes del MCC a seguir siendo sal de la tierra y luz del mundo como nos exhorta San Pablo su Santo patrón en la lectura que acabaron de escuchar durante la Eucaristía.
Siguió diciendo con estas palabras: «Celebrar un año más de existencia es una maravillosa oportunidad no solo para dirigir una mirada agradecida a nuestro pasado, sino también para enfocarnos especialmente hacia el futuro».
Es preciso seguir invitando a nuestros conocidos, a los compañeros de estudio y trabajo para que ellos también puedan vivir una experiencia personal con Cristo y no dejarse arrastrar por la competitividad del activismo, porque lo que siempre nos hace falta es renovar nuestro amor primero, esa Alianza con Dios y continua, seguir unidos a El a través de la Iglesia, de los sacramentos, (se detuvo de forma particular en el sacramento de la reconciliación del cual dijo es el trono de la misericordia de Dios, quien sufre inmensamente de que no tengamos la confianza de acercarnos a su gracia por nuestra falta de fe en su misericordia donde al acudir experimentamos un gozo indescriptible al sentir ese abrazo espiritual de quien más nos ama, y por supuesto el acudir a la Eucaristía donde nace y renace nuestra fe porque el mismo Jesús está presente y nos alimenta espiritualmente para seguir en nuestra misión.
Agregó que debemos acercarnos a las Sagradas Escrituras y a nuestro prójimo, sobretodo a los que más nos necesitan, los pobres y los enfermos, quienes reclaman nuestro compromiso y nos dan testimonio de fe de paciencia ante su sufrimiento.
Por ultimo mencionó con estos consejos de nuestros obispos el acercarnos a la religiosidad popular donde el pueblo De Dios vive con tanto fervor sus fiestas patronales, novenas, rosarios, viacrucis, procesiones, actos piadosos vividos en comunidad que vivifican nuestra fe.
Finalmente Monseñor Durán recordó a la asamblea presencial y virtual a la que ustedes queridos lectores aún pueden seguir esta bella Ultreya desde el canal de YouTube del MCC las inperecederas palabras de San Pablo: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» y aquella otra interpelación que hoy tambien nos convoca: «Ay de mi si no evangelizo».