7 días de cine

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La cuarta aventura de Harry Potter
Lo que más nos interesa de la saga de Harry Potter es el hecho de que los mismos actores se incorporan a los mismos personajes en las cuatro entregas que, hasta el momento, se han hecho de las aventuras escritas por J.K.Rowling.

Ustedes dirán que esto no es nada nuevo en el cine, que Johnny Weismuller fue Tarzán muchísimas veces y que lo mismo sucedió con Sean Connery y Roger Moore cuando se metieron en la piel de James Bond.

Sin embargo existe una pequeña y notable diferencia que radica en el hecho de que los actores, y no debido a los trucos del maquillaje, tienen que envejecer a medida que se van rodando las secuelas.

Todo lo contrario se necesita cuando se trata de rodar nuevas aventuras de héroes y superhéroes.

Si ningún ser humano quiere envejecer, la tragedia resulta mucho mayor cuando se vive de una imagen.

Harrison Ford, a estas alturas, como Indiana Jones nos luce tan ridículo y patético como Silvestre Stallone intentando revivir sus viejas glorias retornando al ring de Rocky Balboa.

Pero Daniel Radcliffe no necesita relevos, ya que las tramas de estas cintas deben de ir mostrando su crecimiento, su paso de la niñez a la adolescencia y esos cambios físicos garantizan en parte el éxito de la película.

El público quiere ver como el niñito de entonces se va convirtiendo en un hombre, se enamora y llega a la adultez.

“Harry Potter” permite algo que sería inaceptable en la serie de “Home alone”, donde Macaulay Culkin no podía crecer ni un centímetro y que acabaría, en la época dorada de Hollywood, con la carrera de una Shirley Temple.

Gracias a que Joselito era de muy baja estatura, los productores lograron camuflarlo como niño prodigio cuando tenía que afeitarse a diario y sus andanzas amatorias eran más que conocidas.

Daniel Radcliffe es todo un privilegiado y Harry Potter le ha permitido convertirse en el adolescente más rico de Inglaterra.

Lo que va a ser de su carrera, una vez que se haya terminado la saga, es algo que, económicamente debe de traerle sin cuidado.

Antes de hacerse famoso con este personaje, le habíamos visto en algunos papelitos como fuera el caso de “El sastre de Panamá”.

Después, si quiere continuar delante de la cámara, será por vocación o diversión.

La serie se ha beneficiado de contar con muy buenos realizadores que le han dado su toque personal sin dejar de ser fieles al espíritu de lo escrito por Rowling.

Las dos primeras fueron dirigidas por Chris Columbus, especialista en cintas familiares de gran popularidad.

La tercera le correspondió a Alfonso Cuarón, excelente director mexicano quien le dio a la serie un toque más oscuro y logró la mejor película de la serie hasta el momento.

Ahora tenemos a otro director de prestigio haciéndose cargo de estas aventuras: Mike Newell. Para la quinta entrega de la serie David Yates, con mucho menos experiencia fílmica, será el responsable.

Uno de los mayores contratiempos por los que atravesó la serie fue el fallecimiento de Richard Harris quien fuera sustituído por Michael Gambon.

HARRY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO

(Título original: Harry Potter and the goblet of fire. Director Mike Newell. Intérpretes: Daniel Radcliffe-Emma Watson-Rupert Grint-Michael Gambon-Ralph Fiennes-Brendan Gleeson-Tom Felton-Robbie Coltrane-Miranda Richardson- Alan Rickman).

Cuando se publicó la primera novela sobre el niño mago y más adelante se estrenó la primera película sobre la saga, la iglesia acusó a la historia de totalmente inadecuada para los menores, porque inclinaba a la superchería y a la brujería.

Nada más disparatado. Hoy Harry y sus amigos cuentan con millones de seguidores de todo el mundo y de todas las edades.

Es verdad que a medida que han ido estrenándose las secuelas, las tramas se han ido haciendo más oscuras y sombrías.

Es lógico. También los espectadores, que eran niños pequeñitos entonces, han crecido.

Nadie se ha sentido defraudado con la evolución y las cintas sobre el personaje y sus amigos continúan llenando todos los requisitos de lo que debe ser un buen espectáculo.

Esta cuarta entrega que ahora se estrena y que dirige Mike Newell resulta igualmente entretenida, imaginativa y excitante.

Una dirección artística de primera clase y un grupo de actores inmejorables nos llevan a disfrutar al máximo de las aventuras de estos estudiantes de magia en la escuela de Hogwarts.

Ahora sólo queda esperar por la quinta entrega.

Calificación: 4 (Muy buena)

King Kong

(Título original: King Kong, D: Peter Jackson, I: Naomi Watts, Jack Black, Adrien Brody, Evan Parke, Jaime Bell, Colin Hanks, Thomas Kretschmann, John Sumner)

El mono de Peter Jackson cumple cabalmente con su cometido. No se trata ni mucho menos de superar el original de 1993, sino de utilizar los beneficios que presenta la tecnología de nuestros días.

Es una labor de amor de un señor que ha estado obsesionado con King Kong desde que era un niño y trataba de hacer su película en formato de super ocho y con figuras de arcilla.

El filme es, probablemente, demasiado largo. Talvez le sobren minutos para alcanzar la perfección, pero emociona, sobrecoge y nos hace entusiasmarnos con sus efectos especiales absolutamente necesarios, con su brillante fotografía y con su ambientación de primera clase.

Calificación: 4 (Muy buena)

Los rompebodas

(Título original: Wedding crashers,D:David Dobkin, I: Vince Vaughn, Owen Wilson, Christopher Walken, Will Ferrell,Rachel McAdams’Rebecca De Mornay)

Son muchas las cintas sobre bodas que han tenido éxito en la taquilla.

Siguiendo el esquema de muchas que le han precedido y tomando de aquí y de allá, David Dobkin ha conseguido de nuevo motivar a una audiencia muy poco exigente y a un sector de la crítica con unos juicios estéticos muy discutibles.

Buenas actuaciones en conjunto y un par de chistes que despiertan de la monotonía al espectador más exigente hacen que el resultado no sea del todo despreciable, pero eso no impide que el olvido de lo que se ha visto sea casi inmediato.

Calificación: 3 (Aceptable)

Más barato por docena 2

(Título original: Cheaper by the dozen 2, I: Steve Martin, Eugene Levy, Bonnie Hunt)

La version original de esta historia data de principios de los cincuenta y tenía como protagonista a Clifton Webb.

La ingenuidad de la época nos permitía, hasta cierto punto, aceptar una trama ñoña y melcochosa.

El filme, basado aparentemente en la vida real, tuvo cierta notoriedad y fue objeto de una secuela donde, entre otras cosas, se contó con la presencia de John Derek y Debra Pagert.

Steve Martin, muchas décadas más tarde, estelarizó el remake que, inexplicablemente, también ha tenido su segunda parte. No es fácil dirigir a toda esta partida de muchachos. Y ese es un mérito del filme.

Sin embargo, tampoco es fácil hacer un filme tan manipulador y discutible en su contenido. Aparentemente es una defensa a la familia y a sus valores tradicionales pero no creemos que sea nada moralizante la figura de un padre que incite al vandalismo y a la destrucción.

Pero… así se piensa en el país de Bush.
Calificación: 2 (Regular)

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