Robots y transformers para los más pequeños
Continúa el verano, el calor y las carteleras que atraen a las masas y que a nosotros nos desesperan. ¿Cuándo acabarán de exhibirse todas estas barbaridades?¿Cuándo nos llegará una, aunque sea sólo una película destinada a una audiencia pensante? Como no existe regla sin excepción, ahí está “Ratatouille”, excelente producción de dibujos animados que merece figurar en cualquier lista de las mejores del año.

Sin embargo, por muy maravillosa que sea, no vamos a pasarnos la vida viendo películas acerca de ratoncitos con aspiraciones de convertirse en expertos culinarios.

Para colmo ahora nos llegan los “Transformers” y se apoderan de las principales salas del país por no decir de todas.

Preferimos los hombres arañas y los piratas del Caribe y los fantásticos cuatro o cinco o media docena, a estas máquinas de destrucción. Pero, la mayoría de los espectadores del mundo entero no piensan al igual que nosotros. Tanto es así que el estreno por el Norte fue espectacular, aunque ahora los “Transformers” hayan sido desbancados del primer lugar por las nuevas aventuras del brujo Harry Potter.

Es evasión, puro escape de la cotidianidad, pura huida de la realidad, lo que las audiencias andan buscando.

Y eso es lo que Hollywood ofrece. Pero, aún así, no es lo mismo una película dirigida por Sam Raimi que una película dirigida por Michael Bay.

“Transformers” le pertenece a este señor que ha tenido éxitos importantes en boletería, pero que a nosotros sólo nos convenció, y a medias, en “The rock”, aquel thriller de acción protagonizado por Sean Connery y Nicholas Cage.

El hombre de “Pearl Harbour” es el mismo de los “Transformers”. O sea que no esperamos mucho.

La verdad es que nunca vimos ninguna de las películas relacionadas con estos robots mutantes, capaces de transformarse en peligrosas máquinas de destrucción y violencia.

No pertenecimos a esa generación.

Lo sentimos mucho o no lo sentimos en lo absoluto.

Nuestros robots fueron otros. Tenían entonces unas lucecitas que se encendían y apagaban gracias a cuatro pilas de aquellas grandotas de antaño y caminaban con movimientos lentos y torpes.

Sin embargo, eran capaces de despertar todas nuestras fantasías y de hacernos viajar, con la mente, al mundo de Buck Rogers y de Flash Gordon, al planeta prohibido y a los ovnis en los que viajaban los alienígenos que querían paralizar o destruir el planeta.

Nuestro mundo de robots, poco antes de que llegaran a las pantallas R2D2 y Threpio, concluyó de manera brusca cuando Hal 900 se convirtió en uno de los villanos más terribles de la historia del cine y se apoderara de la mente de los tripulantes de aquella nave de Kubrick, la que viajaba en el espacio para enfrentarse a mundos desconocidos en la odisea de un 2001 que sobrepasamos sintiéndonos infinitamente pequeños e ignorantes frente a la inmensidad de la plancha de acero poseedora de toda esa inteligencia inalcanzable. Ya no nos interesan los robots. No nos dicen nada los transformers que conformaron las infancias de otros, pero no la nuestra.

Preferimos volver a ver todas aquellas películas de los cincuenta con torpes efectos, naves de cartón, maquetas que hoy no engañan a nadie, muchos botoncitos y un diseño de vestuario que sería la sensación en un baile de disfraces.

Al desconocer la mitología de estas máquinas de destrucción no podemos ni siquiera comparar los cambios que se han hecho del original al ser pasados a la pantalla grande por Michael Bay. Aún así no nos queda más remedio que ver la cinta y comentarla en estas líneas restantes.

TRANSFORMERS

(Título original: Transformers, Dir: Michael Bay, Int: Jon Voight, John Turturro, Kevin Dunn, Shia LaBeouf, Megan Fox, Josh Duhamel, Tyrese Gibson, Rachel Taylor, Amaury Nolasco) Algo nos ha enseñado la película “Transformers”: Los juicios “a priori” no tienen ninguna validez.

Lo admitimos. Nos equivocamos de medio a medio.

Le debemos una excusa a Michael Bay que se ha reivindicado totalmente y ha hecho una muy digna película de evasión que fascinará a los pequeños y mantendrá entretenidos en las butacas a los mayores.

Eso es más que suficiente para el hombre que nos había hecho soportar “Armagedón”, “Pearl Harbour” y “La isla” por mencionar sólo unas pocas.

Película repleta de efectos especiales de una perfección pasmosa, “Transformers” posee un guión que destila humor por los cuatro costados con diálogos ingeniosos y “gags” originales.

Además está bien actuada y, a pesar de su larga duración, ni aburre ni pierde el ritmo.

Prueba de lo mucho que conecta la cinta con las masas son esos aplausos que escuchamos al final de la proyección que no eran efectos especiales ni pertenecían a la banda sonora.

Calificación: 3 (Buena)