7 DIAS DE CINE

<STRONG>7 DIAS DE CINE</STRONG>

Piratas y secuelas es lo que hay esta semana

De repente en el verano empezaron a llegarnos las películas responsables de que Hollywood continúe siendo el gigantesco pulpo que es y que sus tentáculos se extiendan cada día más. Esas películas recaudan millones y millones, hipnotizan a las masas y originan secuelas y secuelas de secuelas.

Algunas son buenas o lo fueron cuando eran originales.

Otras son prácticamente insoportables. De todas maneras nadie va a dejar de ver “El hombre araña”, porque alguien le diga que no resulta ni la mitad de atractiva que la primera o segunda parte.

Ir al cine a contemplar estos blockbusters con una gigantesca funda de pop corn es asignatura obligada en estos calurosos meses estivales.

Ávidos, los espectadores-masa esperan desde “Shreck 3” hasta “Los piratas del Caribe”.

Esta última ya no tienen que ir hasta el fin del mundo para localizarla. Es el único estreno de la semana.

 Que les vaya bien.

No negamos que al principio a nosotros también nos atraía el personaje de Jack, ese pirata caracterizado por un excelente Johnny Depp que, incluso, llegó a obtener una nominación al Oscar por su caracterización.

Una de las razones, aparte de la presencia de nuestro querido Ed Wood, de nuestro increíble Eduardo Mano de tijeras, era el nombre de su director.

Gore Verbinski, cuyo nombre y apellido también nos suenan extraordinarios y al que admiramos desde los tiempos de aquella “Mejicana” que fuera injustamente ignorada por la crítica. Cuando llegó la secuela nos interesamos por ella, ya que volvía a estar dirigida por Verbinski. Sin embargo, la decepción fue grande y más aún por el hecho de que, cuando la fuimos a ver en uno de los principales complejos cinematográficos de la ciudad, nos encontramos con una copia doblada al castellano. El doblaje, lo repetimos por enésima vez, siempre nos ha parecido una falta de respeto absoluta hacia el actor y hacia el espectador. Buena parte de la actuación se pierde y el ritmo se destruye completamente.

Aceptamos, eso sí, que el doblaje se presente en salas destinadas a un público de niños que aún sean incapaces de leer los subtítulos o de comprender los diálogos en otro idioma. Pero nada más.

Después de recuperar esta secuela en su versión original, tampoco quedamos muy complacidos. Era demasiado larga y nos abrumaba con tantos personajes macabros y efectos especiales. Y, lo que era peor, la formidable actuación de Depp en la primera parte había  pasado a ser algo rutinario.

Ya una tercera entrega de la serie era algo que nos dejaba totalmente indiferentes.

O sea que fuimos a verla sin grandes expectativas y con bastante desgana, asustados, además, por el kilométrico metraje de la producción que superaba  las dos horas y media.

PIRATAS DEL CARIBE: HASTA EL FIN DEL MUNDO

(Título original: Pirates of the Caribbean: At the end’s World. Dir: Gore Verbinski, Int: Johnny Depp, Keira Knightley, Jack Davenport, Stellan Starsgaard, Tom Hollander, Jonathan Pryce)

Cofres que contienen corazones palpitantes, monstruos de todos los calibres, muertos vivientes, barcos fantasmas, batallas espectaculares y todo aquello que puede desbordar la fantasía de cualquier espectador amante del género está presente en esta tercera entrega de “Los piratas del Caribe”.

El problema no radica entonces en la bellísima, impecable y deslumbrante imaginería visual de esta nueva secuela, sino en la proporción temporal de la misma.

Casi tres horas de duración para una saga que ha mantenido al espectador en su butaca durante muchas más, se hace un poco cuesta arriba y requiere de una actitud mental muy especial, de sentarse uno en el cine a sabiendas de que va a enfrentarse a un espectáculo prolongado y rodeado de un público al que desearíamos enviar a los mismísimos a ver donde se encuentra Jack al inicio de la cinta. Y es que estos niños revoltosos comedores de popcorn que tantas ganancias le proporcionan al Candy, que estas madres despreocupadas y usuarias constantes del celular y que estas apáticas niñeras nos desesperan, realmente nos sacan de quicio. Pero, y pensando que la cinta está dedicada a ellos (aunque quisiéramos que tuvieran pesadillas con el pirata de cara de pulpo, con todos esos tentáculos moviéndose constantemente en su rostro), nos calmamos y aceptamos la situación a sabiendas de que ahora vendrá un pataleo y luego un aplauso a reforzar la banda sonora ya de por sí bastante estridente.

Esta vez los actores están en estado de gracia demostrando su profesionalismo, divirtiéndose y divirtiéndonos, dando lo mejor de sí por mucho que todavía Orlando Bloom nos luzca un ser apagado y anodino.

El libreto es bueno y la fotografía increíble.

Imaginamos lo que sería ver esta cinta en un Imax, por ejemplo y lo terrible que será enfrentarse a una copia “pirateada” a pasarse en un televisor de catorce pulgadas.

Es un espectáculo que requiere de toda la tecnología del mundo y que daría mucha envidia al Capitán Blood, al Garfio y a todos los otros.

Nos gustó más de lo previsto. Es buena señal, es un adelanto para sentirse bien.

Calificación: 3 (Buena)

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