7 Días de Cine

7 Días de Cine

POR ARTURO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ
No es nada nuevo lo que se proyecta

Dos películas entran esta semana a nuestras carteleras. Llamarles estrenos sería demasiado, pues hace tiempo que abandonaron las carteleras del exterior y hace tiempo también que se encuentran por acá en formato de DVD.

“Mr. Broocks” hace meses que ha sido vista por nuestros cinéfilos que le han prestado una atención más que moderada a esta cinta demasiado atiborrada de todo tipo de elementos y  donde Kevin Costner logra una muy buena actuación y Demi Moore pasa totalmente inadvertida.

Muy probablemente usted ya conozca de antemano ambas películas.

Si esto es así, le aconsejamos que se de una vuelta por la sala tres del Diamond Mall donde se ha inaugurado la sala de cine alternativo “Fine Arts”. Allí continúa, en una bien ganada semana, la coproducción hispano-argentina “Elsa y Fred”, dirigida por ese Marcos Carnevale de dudosa recordación por “Almejas y mejillones”.

Carnevale, sin embargo, cuenta en esta ocasión, con dos monstruos como el recordado Manuel Alexandre y la incomparable China Zorrilla, octogenaria que se conoce todos los trucos habidos y por haber acerca de cómo robarse una película entera plano a plano, haciendo que el espectador se quede embobado contemplándola improvisar logrando una espontaneidad envidiable. No se crean que “Elsa y Fred”, para variar, es una película nuevecita.

También cuenta con su par de años y también ha hecho su aparición en el cable.

Pero no importa. El público acude a verla y sale inmensamente agradecido.

Es una buena manera de entusiasmar a una audiencia con un tipo de cine diferente a la basura que, semana tras semana, nos brinda Hollywood. El título nos lo dice todo: Vamos a tener mucho de homenaje a Fellini.

Allí estará la Anitona con su gatito y su Fontana de Trevi y allí también, Marcello buscando el vaso de leche, en Roma y de madrugada.

Pero también se hará alusión a Mastroianni con el mismo título del filme que no casualmente recuerda al de “Ginger y Fred”.

Estas cosas, por supuesto, se las dejamos a los estudiantes más avanzados del séptimo arte, aunque a todo el público le llegue lo esencial, el mensaje de la cinta, la necesidad de ser felices, de aprovechar esa felicidad y de vivir el momento presente.

Al fin y al cabo, la vida es un chiste.

Que sea de buen o mal gusto es lo discutible.

MR. BROOCKS

(Título original: Mr. Broocks, Dir: Bruce A. Evans, Int: Kevin Costner, Demi Moore, William Hurt, Dane Cook, Marg Helgenberger, Rubén Santiago Hudson, Danielle Panabaker)

No sólo el doctor Jekyll tuvo a Mr. Hyde.

Son muchos los criminales que han tenido su “Alter ego”.

Y también los que no son criminales, ya que nos viene a la mente el “Doctor Merengue”, de las tiras cómicas.

El asunto es que no hay nada nuevo en esa voz que nos dice lo que está bien y lo que está mal.

Por un lado el diablo que nos susurra al oído y por el otro el ángel de la guarda que nos guía por el buen camino.

Personificar al “Alter ego” tampoco nos luce demasiado original.

El doctor Jekyll, que era buenmozo y atractivo, se convertía en un auténtico monstruo, aunque lo personificara Fedric March, Spencer Tracy, Jerry Lewis o Eddie Murphy.

Brian De Palma nos mostró algo de esto en “Raisin Cain” y Bruce A. Evans vuelve a hacerlo en “Mr. Broocks”.

El cine se ha encargado muchas otras veces de presentarnos personajes que sólo existen en la imaginación de los protagonistas.

Si quieren ejemplos de los últimos años piensen en “The fight club”, en “The secret window” o en la más falsa de todas que es “Una mente brillante”.

Ahora tenemos que  Kevin Costner es una figura prominente de la sociedad, pero con instintos criminales y pasiones ocultas.

De vez en cuando a Kevin se le aparece William Hurt, que es su otro “yo” y le invita a dar vueltas por la ciudad en busca de nuevas víctimas cual si se tratase de un moderno “Jack, el destripador”.

Al parecer Hannibal Lécter nos ha enseñado a todos que matar puede ser un gran placer.

A la historia del “serial killer” se le suman muchas otras: la de la hija, la del “voyeur” con los mismos salvajes instintos y la de la policía obsesa que caracteriza Demi Moore.

Todo un cóctel excesivo y apabullante con un desenlace poco satisfactorio.

Calificación: 3 (Aceptable).

Publicaciones Relacionadas

Más leídas