7 días de cine
Acción paródica y sapos se exhiben  en  la pantalla

<STRONG>7 días de cine<BR></STRONG>Acción paródica y sapos se exhiben  en  la pantalla

Precisamente  antes de empezar a escribir estas líneas, leíamos en la prensa que los productores de “Crack” pensaban realizar una secuela de la misma. ¿Cómo va a ser eso? No lo sabemos, pero cuando una película gusta y deja beneficios, sus inversionistas se las arreglan para darle seguimiento.

En una cinta como “Crack”, además, lo que menos importa es la lógica y, en este caso diremos que ahí radica su principal atractivo.

Y es que, aunque ustedes no se lo crean, la película nos ha gustado mucho.

Se suele decir que los críticos desprecian las películas de acción de la misma manera que la Academia de Hollywood suele obviar a las comedias en sus galardones. Eso no es cierto.

Cuando una película de acción o de aventuras es buena, a los críticos nos gustan igual que a todas las audiencias.

Ahí tenemos a “Bullitt” o a “Contacto en Francia”, a “Duro de matar” y a “Terminator”, al último Bond, al “Fugitivo” o a la serie de “Indiana Jones”, a las cintas de Don Siegel que protagonizaba Clint Eastwod cuando era “Harry, el sucio” y a muchísimas, muchísimas más.

Hacer cine de acción es difícil, complicado.

Y en los tiempos en los cuales no se contaba con la ayuda de las computadoras y de los avances tecnológicos, lo era en muchísima mayor medida.

Hay que paralizar el tránsito en las calles, hay que recurrir a dobles, “stunts” y especialistas y hay que tener una fuerte dosis de adrenalina en el cuerpo, casi tanto como la que necesita el personaje que caracteriza Jason Statham en “Crack” para mantenerse con vida después de que su enemigo le inyectara una dosis mortal y sin antídoto de un veneno chino.

Hace tiempo que pensamos que este actor debería engrosar la lista de los grandes protagonistas de la acción en el cine contemporáneo.

Es buen actor, posee un físico más que adecuado, es ágil y tiene sentido del humor.

Las dos entregas de “The transporter”, producidas por Luc Besson, así nos lo demostraron y a la gente le gustó.

Poco a poco, el público, hay que reconocerlo, empieza a fijarse en él.

“Crank” se estrena esta semana en nuestras salas con cierto retraso, ya que Statham ha rodado bastantes cintas después de esta. Sin embargo, agradecemos a los distribuidores que se hayan recordado de la existencia de esta película que ya llevaba un buen tiempo en los estantes de las tiendas de DVD. Junto a esta cinta tenemos como estreno, una cinta de nacionalidad mexicana y que se titula “Cansada de besar sapos”.

Ojalá que, poco a poco, el cine latino, de autor o puramente comercial, encuentre cabida en nuestros complejos y que llegue a despertar el interés de las audiencias.

Hace apenas unos meses se estrenó por acá otra película latina de la misma tesitura titulada “Pretendiendo” y protagonizada por Bárbara Mori.

El público la disfrutó y la crítica se encontró con un film de una factura que nada tenía que envidiarle a las producciones norteamericanas que invanden constantemente las carteleras. Hay que darle cabida al cine latino.

 Hay que apoyarle, porque es la única forma que tenemos de desarrollar la industria fílmica en Latinoamérica.

CRANK

(Título original: Crank, Dir: Mark Neveldine y Brian Taylor, Int: Jason Statham, Amy Smart, José Pablo Cantillo)

En 1949 el conocido realizador Rudolph Maté dirigió a Edmund O’ Brian en una típica película de cine negro titulada “D.O.A”.

Con el paso del tiempo esta película se convirtió en objeto de culto. En ella, y en un plazo extremadamente breve, el protagonista, tenía que encontrar a las personas que le habían envenenado y, por supuesto, el antídoto que le permitiría salvarse. Rocky Morton, en 1988, filmó un “remake” de este clásico contado con la presencia de Dennis Quaid y Meg Ryan en el reparto. El resultado fue totalmente fallido.

El año pasado Jon Avnet filmó una cinta titulada “87 minutos”, en la que Al Pacino era envenenado y, en ese corto plazo de tiempo, tenía que encontrar a los responsables.

Con todo esto queremos decir que la historia que nos plantea “Crank” no es nada nueva ni original. Sin embargo, y ahí está el detalle, su tratamiento sí que lo es. Este film, ni por un sólo instante, puede ser tomado en serio y esto nos lo ponen bien en claro sus realizadores desde los primeros minutos haciéndonos constantes guiños de ojo a través, principalmente, de un montaje delirante que posee un ritmo avasallador, de unas actuaciones caricaturescas y de unos diálogos de tiras cómicas.

Además, en muchísimos otros aspectos, “Crank” es insólita y en algunas de sus secuencias nos quedamos boquiabiertos por lo novedosas que resultan.

Estamos frente a un cine iconoclasta, divertido y moderno.

Estamos ante una película-sorpresa que se termina sin que apenas nos demos cuenta, que nos deja deseando más y admirando la capacidad de sus autores.

Es evasión, pero evasión de la buena.     

No se le ocurra perdérsela.
Calificación:  4 (muy buena).

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