7 días de cine
De prehistoria y funerales

7 días de cine<BR><STRONG>De prehistoria y funerales</STRONG>

PREHISTORIA
El póster de Raquel Welch, mujer prehistórica, vestida con un biquini de pieles, causó sensación en aquellos sesenta en los que ella se convirtió en el símbolo sexual por excelencia. La escena correspondía a una película titulada “Un millón de años antes de Cristo” que dirigía Don Chaffey y que era un “remake” de un filme del cuarenta cuya dirección, a pesar de no aparecer en los créditos, se le atribuyó parcialmente a David Griffith.

En aquella primera versión, el atractivo era un Víctor Mature acompañado de Carole Landis.

Ambas películas nos contaban acerca de los enfrentamientos sostenidos entre hombres primitivos y todo tipo de animales gigantescos.

Hoy sabemos que la edad del hombre sobre el planeta no se corresponde con la edad de los dinosaurios y otros monstruos, pero esas exactitudes históricas jamás le han importado a Hollywood.

Lo importante era mezclar la sexualidad de la Welch con el peligro, con los efectos especiales que empezaban a mejorarse, aunque todavía faltara mucho para que se llegara a la perfección del parque jurásico.

Hace unos días vimos el filme “The sound of thunder” de Peter Hyams, una de esas cintas que parecen malditas por la gran cantidad de problemas que experimentan durante sus rodajes.

La película, basada en el célebre relato de Ray Bradbury, se rodó en Checoeslovaquia en el 2002, año de las tremendas inundaciones en ese país de la Europa del Este.

Estas inundaciones destruyeron la mayoría de los sets y durante la postproducción sobrevino la quiebra de los inversionistas de ese país.

La película, protagonizada por Edward Burns y Ben Kingsley quedó en un limbo del que sólo salió para ser distribuida ahora en DVD.

La trama del filme nos lleva al futuro, a la segunda mitad del siglo XXI, cuando usted puede hacer excursiones a la Prehistoria en una especie de máquina del tiempo con la condición de que no toque absolutamente nada.

Desgraciadamente, en una de estas excursiones, alguien pisa una mariposa y sobrevienen cambios terribles. Risibles efectos y una vergonzosa peluca para Kingsley hacen el resto.

Los monstruos prehistóricos han despertado, sin embargo, la imaginación de los cineastas desde los albores del cine.

No olvidemos que en “King Kong” había también animales de estas características no sólo en la versión de Merian Cooper, sino en la de Peter Jackson que cuenta con unos excelentes efectos especiales.

En los primeros lugares de estos personajes de la Prehistoria que nos han hecho reír hay que colocar al “Trucutú” de las tiras cómicas y, por supuesto a Pedro Picapiedra, su amigo Pablo y toda la familia que compone la serie televisiva de Hanna Barbera “The Flinstones”, que luego se llevara al cine con personajes de carne y hueso en un par de ocasiones contando, dato insólito, con la presencia de Elizabeth Taylor en una de ellas.

Ahora llega a la pantalla otro filme de animación con tema prehistórico. Se trata de “La edad de hielo 2”. La primera no nos gustó demasiado o sea que no estamos ansiosos por ver esta segunda, en la que  el trío protagónico tendrá que avisar a los habitantes del valle acerca de la inminencia del deshielo. Se ha llegado al fin de una época.

Los pequeños, eso sí, no se pueden quejar. Casi todas las semanas tienen películas para ellos en las carteleras y ésta es un estreno simultáneo con las grandes capitales del mundo.

ELIZABETHTOWN

Título original: Elizabethtown, Dir: Cameron Crowe, Int: Orlando Bloom, Kirsten  Dunst, Susan Sarandon, Alec Baldwyn.

Cameron Crowe llamó la atención del mundo con su película “Jerry Maguire” protagonizada por Tom Cruise y por una emergente Renée Zellwegger.

Se decía entonces (Cuba Gooding jr llegó a ganar el Oscar como secundario), que este filme tenía mucho de autobiográfico.

De autobiográfico se calificó también a su siguiente largometraje, “Almost famous”, cinta que volvió a ser alabada por la crítica y volvió a llegar a finalista del premio de la Academia en varias categorías importantes.

La “debacle” llegó con el “remake” que le hiciera a la cinta española “Abre los ojos”, ahora llamada “Vanilla sky” en la que Penélope Cruz repetía su papel mientras vivía un romance falso o verdadero con Tom Cruise.

A Cameron lo que le iban eran las historias suyas, las que contaban su vida y no los coqueteos con Ciencia Ficción que Amenábar ha tratado cien mil veces mejor.

Volvió entonces a sus orígenes con “Elizabethtown”, pero fallando desde la misma selección de los intérpretes principales.

Hollywood ha intentado lanzar a Orlando Bloom como una estrella e incluso un Ridley Scoot le confió el rol protagónico de su épica  “Cruzada”.

Bloom, no obstante su padrinaje, no cuaja. Es demasiado insípido. Tanto es así que si un día llegara a hacer pareja con Ben Affleck echarían chispas en cuanto a desgana para transmitir cualquier tipo de emoción.

Kirsten Dunst empezó en el cine con muy buen pie y todos la recordamos en “Entrevista con el vampiro”, pero las cosas han cambiado mucho desde entonces.

Además, entre ambos actores no hay absolutamente nada de química. Son desabridos y la historia en la que están sumergidos tampoco cuaja para nada.

Tenemos a un joven que ha sido despedido de su compañía y que la ha hecho quebrar estrepitosamente. Ese mismo joven acude a su pueblo natal para asistir a los funerales de su padre y en el vuelo que le lleva a la casa familiar conoce a una joven azafata de la que se enamora.

Muy poca anécdota para un filme que se prolonga demasiado, con algunos caracteres secundarios interesantes, pero que no sabe adonde va. Lamentable.

Calificación: 2 (Regular)

TELEFONOS

Barbara  Stanwyck, incapacitada en su lecho, sola en su casa, recibía llamadas amenazantes durante toda la noche. Lo peor era eso, que su marido Burt Lancaster, no se encontraba allí para ayudarla.

Anne Bancroft hablaba por esta misma vía con Sydney Portier y le decía que su vida estaba pendiente de un hilo, pues pensaba suicidarse y nadie podría hacer nada para evitarlo. El film en cuestión era el primero de Sydney Pollack y se llamaba “The slender threat”.

A Joan Crawford la llamaban por teléfono un par de muchachitas en “Jugando con la muerte” y le decían: “I saw what you did”. Las niñas estaban bromeando, pero la Crawford acaba de presenciar todo un asesinato en la casa de al lado.

Colin Farell se pasaba todo el tiempo metido en una cabina telefónica en “Phone booth”, de Schumacher y también un teléfono era parte esencial de la trama de “Liberty stand still”, donde Wesley Snipes hacía pareja con Linda Florentino.

Desde luego que el uso de los teléfonos móviles lo ha revolucionado todo. No hay más que ver a la Kim Bassinger de “Cellular”.

Ahora, con teléfonos como parte integral de la historia nos llega “Cuando llama un extraño”, que no es otra cosa que una nueva versión de un film olvidable que, en su día, protagonizara Carol Kane.

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