7 días de cine 
Jardineros y mineras o el oscar desfasado

7 días de cine <BR><STRONG>Jardineros y mineras o el oscar desfasado</STRONG>

DIRECTORES LATINOS EN HOLLYWOOD
No era fácil, nada fácil encontrar a un director latino haciendo películas en Hollywood. José Ferrer logró esta proeza, talvez porque a un boricua le resultaba más fácil o porque ya era un actor consumado con Oscar incluido.

Lo cierto es que Ferrer pudo colocarse tras las cámaras en varias ocasiones y dirigir cintas al estilo de “The shrike”, “The cockleshell heroes”, “The great man”, “I accuse” o de otras con menos categoría artística como “Return to Peyton Place” o “State fair”.

A principios de los sesenta se le dio la oportunidad a José Quintero de llevar a la pantalla la novela de Tennesse Williams “La primavera romana de la señora Stone”.

En una de las múltiples conversaciones que sostuvimos con José, nos contaba que el primer día que empezó a rodar esta película protagonizada por Vivien Leigh y Warren Beatty, era la primera vez que visitaba un set cinematográfico.

Quintero tuvo que ir aprendiendo la técnica sobre la marcha, pero el resultado fue tan positivo que a gusto de Tennesse, ésta fue la mejor adaptación fílmica jamás hecha de sus escritos. Colocarla por encima de cintas extraordinarias como “Un tranvía llamado deseo” resulta bastante insólito, pero los que no nos crean lean  la autobiografía de Williams.

Quintero, si obviamos unas escasas intervenciones televisivas, no volvió a hacer cine y se concentró en el teatro donde se convirtió en una figura imprescindible de la historia dramática de Broadway.

Años después nos llamó la atención que un joven director mexicano lograra penetrar en la Meca del celuloide para rodar una vaquerada como “Jory”, donde como actor principal teníamos a un adolescente que llegó a tener gran popularidad para desvanecerse más adelante.

Digamos que su último papel de importancia fue aquel “Harry and son” dirigido por Paul Newman y, aunque se mantiene activo, su carrera está muy lejos de la que presagiaba ser.

Con el correr del tiempo otros directores latinoamericanos, de por aquí y de por allá, llegaron al Norte y pudieron hacer algunas películas.

Ahí están los casos, por ejemplo, de Luis Puenzo, Luis Mandoki y de Héctor Babenco.

Puenzo, gracias al prestigio conferido por el triunfo en la Academia de “La historia oficial” logró la oportunidad de dirigir “Gringo viejo”, basada en la novela de Carlos Fuentes, con un reparto excepcional que incluía a Jane Fonda y a Gregory Peck.

El resultado no fue, sin embargo, el esperado y el filme se tambaleó en la boletería.

Peor le fue aún con “La peste”, ambiciosa adaptación de Camus y de gran presupuesto con un reparto internacional en el que no faltaban ni William Hurt ni Robert Duvall.

El filme tuvo que ser montado y remontado varias veces acortándose su metraje hasta lo incomprensible, dando como resultado la inclusión de Puenzo en una lista negra de la que no ha logrado salir definitivamente, pese a los intentos de “La puta y la ballena”, otra cinta a la que tampoco le fue muy bien económicamente hablando.

Otro Luis, éste apellidado Mandoki, también procedente de Latinoamérica y llegado a Hollywood vía nominación (indirecta por Norma Aleandro y “Gaby”) de la Academia, tuvo su oportunidad de hacer películas en inglés y desde Los Ángeles.

Mandoki, contrariamente a los ya citados, perseveró y logró establecerse en el Norte donde filmó películas con regularidad, aunque bastante melcochosas.

Entre ellas encontramos “The edge”, “White palace”, “Born yesterday”, “When a man loves a woman”, “Mensaje de amor”, “Amazing grace”, “Angel eyes” y “Trapped”, entre otras.

Cansado de su entrega total al sistema, retornó a un cine más personal ( y de mucha mayor calidad) con “Voces inocentes” que, ojalá, suponga una nueva y más provechosa etapa en su carrera.

Héctor Babenco, argentino afianzado en Brasil durante muchos años, saltó al estrellato gracias a “Pixote”, crónica desgarrada de la niñez desprotegida que encuentra en la delincuencia su única salida.

Atraído por el canto de sirenas de Hollywood, supo, sin embargo, elegir temas serios durante su estancia en tierras norteamericanas.

Rodó así “Ironweed” con Jack Nicholson, Meryl Streep y una increíble Carroll Baker, “El beso de la mujer araña”, adaptación de la novela de Manuel Puig y un filme subvalorado que nos encanta: “At play in the fields of the Lord”, que contaba con un reparto extraordinario de primeras figuras.

En los últimos años, otros directores latinos han podido rodar y establecerse en Hollywood.

Debemos destacar a Alfonso Cuarón, Guillermo Del Toro y Alejandro González Iñárritu.

Cuarón rueda una nueva adaptación del clásico de Dickens, “Great expectations” y el “remake” de “The little princess”, donde demuestra una especial sensibilidad para tocar temas infantiles.

Digamos que estos filmes son el reverso de la moneda de “…Y tu mamá también”, la cinta que marca su reingreso al cine latinoamericano.

Guillermo Del Toro triunfa con “Cronos” y es responsable del “Blade 2”, crónica de vampiros protagonizada por Wesley Snipes. También dirigió para los yanquis la adaptación de “Hellboy”.

Nosotros preferimos ese cine que ha hecho en España como “El espinazo del diablo” y estamos a la espera de “El laberinto del fauno”.

González Iñárritu se convirtió en todo un director de primera línea con una película que supuso un antes y un después en el cine mexicano: “Amores perros”.

Después, en la misma línea, nos ofrecería “21 gramos” y más adelante, aún sin estrenar, rodaría “Babel”.

Dentro de este grupo selecto de directores latinos que se han internacionalizado o que han cedido sus ideales a Hollywood no pueden faltar los nombres de dos autores brasileños.

Uno de ellos es Walter Salles, el otro Fernando Meireles.

El Walter Salles de “Estación central” es el mismo señor que acepta hacer una nueva versión de una cinta de terror asiática, de esa “Dark water” que rueda con Jennifer Connelly y que, a pesar de su calidad técnica no puede menos que resultar un tanto decepcionante o, por lo menos, impersonal.

Fernando Meireles después de ese gran triunfo que fuera “Ciudad de Dios”, aceptó rodar “El jardinero fiel” basándose en la novela de John LeCarré y volvió a sonar en las inmediaciones del Oscar.

Ahora, con bastante retraso, después de recorrer todos los tramos de los clubes de video y de DVD, se estrena entre nosotros.

Más vale tarde que nunca.

LOS DERECHOS DE LA MUJER

Siguiendo la línea de cintas como “Norma Rae” y “Silkwood” nos llega ahora “North country”, otro canto a las mujeres que se levantan en contra de una sociedad machista y sexista a revindicar sus derechos.

“Norma Rae” fue el primer oscar para una Sally Field que, pocos años después, volvería a ganarlo por “Un lugar en el corazón”.

La actriz, hoy totalmente opacada , interpretaba el rol de una obrera textil que trata de crear un sindicato. Basada en una historia real estaba muy bien dirigida por el veterano Martin Ritt.

Meryl Streep junto a una sorprendente Cher protagonizó “Silkwood”, también basada en un hecho histórico, donde una empleada de una planta nuclear y activista de un sindicato descubría los peligros de estar expuesta al plutonio. Misteriosamente esta mujer, Karen Silkwood, moría en un accidente automovilístico que bien pudo ser provocado por manos asesinas.

Digamos que la cinta estaba un poco en la línea de “El síndrome de China” donde Jane Fonda también hacía de las suyas.

Ahora, en “North country” tendremos a una minera de Minnesota que denuncia todos los abusos que sufren las féminas en este tipo de trabajo. Por supuesto que el guión se basó en un hecho real.

OTROS ESTRENOS

Aunque no tengamos espacio para comentarlos en esta página, “Annápolis” y “El descenso” vienen a completar las carteleras de unas salas de cine que ya están impacientes por estrenar “El código Da Vinci”.

Si bien “Annápolis” viene precedida de muy malos comentarios y se parece demasiado a “Reto al destino” (An officer and a gentleman)), “El descenso”(The descent), por el contrario ha obtenido excelentes críticas.

EL JARDINERO FIEL

Título original: The constant gardener, Dir: Fernando Meireles, Int: Ralph Fiennes, Rachel Weisz, Danny Huston, Hubert Koundé, Bill Nighy, Peter Postlethwaite.

Las novelas de John LeCarré han sido llevadas al cine en varias oportunidades, algunas con gran acierto como “El espía que surgió del frío” o “Llamada para el muerto”.

“El jardinero fiel” denuncia a las grandes corporaciones farmacéuticas pero, a la vez, es una hermosa historia de amor centrada en un viudo que, a toda costa, sin importar los riesgos, quiere averiguar las verdaderas causas del asesinato de su esposa.

Oscar secundario para Rachel Weisz, la película confirma el talento de Meireles y su pulso para crear impactantes obras de denuncia social. De esta manera no importa que se filme en Brasil, en Estados Unidos o en Kenia. Siempre estaremos frente a cintas para ser aplaudidas y recordadas.

Calificación: 5 (Excelente)

TIERRAS FRÍAS

Título original: North country, Dir:Niki Caro, Int: Charlize Theron, Frances McDormand, Elle Peterson, Sean Bean, Woody Harrelson, Richard Jenkins, Sissy Spacek.

Después de “Monster”, donde demostró ser una extraordinaria actriz, Charlize Theron alterna el cine de calidad con el comercial, cosa muy comprensible, pues no puede echar a un lado su estatus de superestrella.

Curioso es que tanto en ese gran fiasco que fuera “Aeon Flux” como en “North country” se encontrara acompañada por Frances McDormand en el reparto.

Al igual que en “Monster” volveremos a las escenas de juicio y a los lucimientos histriónicos donde la belleza física es obvia.

Niké Caro, la realizadora neozelandesa de “Whale rider” no logra la calidad de su anterior filme, pero al menos cuenta una historia de reivindicación de derechos  que se sigue con marcado interés.

Calificación: 3( Buena)

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