7 días de cine
La cartelera tiene cine para
niños con ratones y pingüinos

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Para un niño el panorama de las carteleras de esta semana puede funcionar como un regalo de Reyes, como un premio por haber aprobado todas las asignaturas colegiales. Para nosotros, que nunca hemos amado la animación, es una especie de tortura eso de quedarnos sin opciones más adultas.

Tememos como el diablo a la cruz, como Drácula al ajo, como el Hombre lobo a las balas de plata, la temporada veraniega que cada vez se extiende más y más robándole flores a la primavera y huracanes a los meses que se prolongan hasta el otoño.

Muy pronto nos hartamos de hombres arañas, de superhéroes fantásticos y de piratas caribeños.

Pero eso no es nada comparado con todos estos muñequitos, algunos de ellos tan deprimentes como la tercera entrega de Shreck.

 Queremos un cine infantil, pero también necesitamos otras opciones.

Los niños deben de ir al cine y aprender de él, pero los adultos pensantes también necesitan películas que brillan por su ausencia en nuestras salas. La programación resulta catastrófica, porque va en una sola línea.

Si se estrena “Ratatouille” no hay necesidad alguna de estrenar al mismo tiempo “Los reyes de las olas” o viceversa. Suspiramos por festivales y muestras. Añoramos las salas alternativas. Aclaramos que tanto “Ratatouille” como “Los reyes de las olas” nos llegan precedidas de críticas extraordinarias.

Ese no es el problema, sino la falta de variedad en la programación.

Los distribuidores y exhibidores han alejado a un público de sus locales.

Ese público de personas mayores, esos espectadores que solían acudir a la tanda de las 5:00 o las 6:00  de la tarde, hoy se queda en su casa viendo televisión o dvds.

Y tampoco es que la cosa ande demasiado bien por el mundo de los videos. Pues bien, volviendo a lo que hay, tenemos en “Ratatouille” la historia de una rata, habitante de los muros de un bistro de París que sueña en llegar a ser un gran chef de cocina.

Hay algo que no entendemos.

En la vida real la mayoría de los seres humanos, grandes y chicos, tienen fobia a los ratones.

Sin embargo, una de las figuras más populares de la animación ha sido ese Mickey Mouse o ratón Miguelito creado por Disney.

Mickey no ha sido el único de su raza en hacerse popular en los “comics” y en la pantalla.

Ahí tenemos a otro personaje, hoy bastante olvidado, pero que causara furor en décadas atrás.

Alguien tendrá que revivir algún día al Súper Ratón de nuestra infancia.

Otro animalejo de estos llevado a la pantalla recientemente por los argentinos fue el ratoncito Pérez, aquel que se lleva los dientes de leche que depositan los niños bajo la almohada y que deja, en su lugar, los más variados regalos. De calidad más que aceptable esta película fue estrenada hace unos meses en nuestro país.

Pero la verdadera avalancha de ratones fílmicos para niños aconteció cuando el Topo Gigio se convirtió en un fenómeno mundial.

En aquel entonces contábamos con muchas cadenas de distribución y  de muchas también de exhibición.

Todas ellas poseían películas diferentes sobre el Topo Gigio y en la misma semana las estrenaron todas para hacerse competencia unas a las otras. El resultado fue terrible. Nadie acudió a las salas y se eclipsó para siempre este roedor.

Y no nos olvidamos de Jerry, el ratoncito que le hace tantas trastadas a Tom el gato que le persigue incesantemente.

Ni tampoco nos olvidamos de “Los mosqueseros” donde los ratones se vestían como si fueran personajes de Dumas. O sea que, aunque nunca se nos ha contagiado el entusiasmo por los “cartoons”, los hemos visto por cientos. En cuanto a los pingüinos, ha sido en los últimos tiempos que han triunfado en el celuloide y mucho de su éxito se debe al estupendo documental “La marcha de los pingüinos” y a ese “Madagascar” de la que se derivó “Happy feet” y otras que vendrán por ahí. Ahora los tenemos surfeando en “Los reyes de las olas”.

Ya saben entonces cual es su disyuntiva cinematográfica de esta semana: O ratones o pingüinos. Si usted no desea enfrentarse ni a los unos ni a los otros, son pocas las opciones que le quedan en unas salas que arrastran de semanas anteriores arañas, superhéroes con superpoderes y piratas. Aproveche la oportunidad, si no lo ha hecho todavía de ver “Yuniol”.

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