POR ARTURO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ
Lo del “Hombre araña” ha sido algo sin precedentes. Las plazas donde se está exhibiendo la película, en su entrega número tres, se encuentran abarrotadas de un público que pacientemente hace colas interminables para adquirir su boleta.

Se trata de un fenómeno de masas al que no se le puede buscar una explicación lógica. La cinta no es ni la mitad de emocionante que las precedentes y, sin  embargo, hace millones y millones.

Mientras tanto, competir con “Spiderman” es una tarea imposible, muy difícil.

Si usted quiere “quemar”una película estrénela en estos días, pues no es tarea sencilla.

Ustedes nos dirán que ya “El hombre araña 3” ha sido vista por miles de espectadores que desean otra opción.

De acuerdo, pero esa opción tiene que ser lo suficientemente atractiva para que ese público la acoja, ya que mientras existan las colas para ver las nuevas aventuras de Peter, nadie va a aguantar codazos y empujones por cualquier película intrascendente. Y películas poco significativas son las que han sido colocadas en las carteleras de estrenos de esta semana. Una de ellas trata acerca de las andanzas de un perro, estrella de Hollywood, que se pierde y es acogido en un parque de bomberos.

Precisamente en castellano se titula  “El perro bombero”.

La otra, que posiblemente tenga un poco más de calidad es “Mr. Bean 2” o “Las vacaciones de Mister Bean”, en la que el popular comediante inglés marcha a ese Cannes, ahora tan de actualidad por la celebración de un festival que ha aprovechado nuestra Cinemateca para hacer un ciclo alusivo a este certamen.

Les confesamos que ninguna de estas dos películas, ni la del perro ni la de Mr. Bean, nos llaman la atención en lo absoluto. Es poco lo que hay.

Las veremos por pura obligación informativa. De lo contrario hubiéramos preferido quedarnos en casa con la compañía de un buen DVD.

PERROS

Los más famosos de la historia del cine han sido, sin que nos quepa la menor duda, Lassie y Rin Tin Tin.

Lassie en realidad era una perra,  aunque en algunas películas, como sucedió en “El coraje de Lassie” con una Elizabeth Taylor niña, le pusieron de nombre Bill y le cambiaron el sexo.

Rin Tin Tin nos acompañó durante incontables episodios televisivos y, sin este perro, casi no podemos concebir las tardes de nuestra infancia cuando teníamos una cita obligada frente al televisor.

El can de “El perro bombero” es en la ficción, toda una estrella de Hollywood.

Pudiéramos compararlo entonces con “Won Ton Ton”, aquel otro animal que encabezó un elenco de viejas glorias en una cinta de mil novecientos setenta y seis dirigida por Michael Winner, donde tuvimos la oportunidad de ver como actores y actrices de décadas pasadas regresaban a la pantalla en pequeños roles.

Así nos encontramos con Ivonne De Carlo, Zsa Zsa Gabor, Johnny Weismueller, Joan Blondell, Rhonda Fleming, Virgia Mayo, Fernando Lamas y muchísimos otros.

Lamentablemente el público es muy cruel y no comprendió la “Operación nostalgia” convirtiendo tan agradable cinta en un fracaso rotundo.

Muchos críticos también adoptaron una actitud negativa y ese film, que desearíamos revisitar, ni siquiera ha aparecido en video o en DVD.

Aparte de los perros mencionados hay muchísimos otros que ustedes recordarán según la edad que tengan.

Unos pensarán en Beethoven y otros añorarán a Benji.

Unos, yéndose a la animación, se quedarán con “La dama y el vagabundo” y otros con los “101 dálmatas”.

Los más viejos, o sofisticados, antepondrán, a Asta, el perrito de la serie “The thin man” con Powell y Loy.

Y los que le siguen los pasos a Spielberg ya estarán pensando en el perrito de Tintín, porque el “comic” francés, tan popular en el mundo entero, va a ser objeto de una nueva adaptación para la pantalla grande.

Si nos ponemos a escribir sobre perros, no acabamos nunca. Y tampoco acabaríamos nunca  si escribiéramos acerca de vacaciones.

VACACIONES

Mr. Bean se va a Francia, a Cannes específicamente.

Queen Latifah, a la que según un equivocado dictamen médico, le quedaba poco tiempo de vida, se marchó a Europa para esquiar.

Audrey Hepburn,  princesa, se escapó en Roma y se enamoró del periodista Gregory Peck.

Cameron Díaz se fue a Inglaterra intercambiando con una Kate Winslett que marchó a Los Angeles.

Cuba Gooding jr se embarcó en un crucero y así sucesivamente. En la época del cine clásico, un Jean Negulesco era especialista en contarnos historias acerca de muchachas.