70 Años tras la patria soñada por LOS Trinitarios y Manolo

70 Años tras la patria soñada por  LOS Trinitarios y Manolo

Rodríguez durante su militancia en la UPA.


Conoce a profundidad las alturas y reconditeces de las cordilleras dominicanas, los claros y espesuras de las montañas, cruce de los ríos, el duro batallar del campesino con el que se ha mezclado en la siembra y la cosecha, el chapeo y los regadíos, interesado en elevar su condición, sacarlo de la ignorancia y el atraso, conquistarlo para su causa.
Porque es el sobreviviente de guerrillas conocidas e inéditas.


Lleva casi 70 años de sus 83, en combate permanente contra las injusticias, las dictaduras, el imperialismo, la explotación al obrero.

No vine a la política con la finalidad de enriquecerme.

Ha militado y batallado en las agrupaciones más conocidas de la izquierda y no se cansa ni se decepciona, aun cuando compañeros le han abandonado y cambiado de color debido a que “su objetivo era llegar al poder con sectores de la burguesía”, echando a un lado “los principios revolucionarios a cambio de migajas”.


Su nombre es Juan Evangelista Rodríguez Pillier, pero es conocido como IvánRodríguez. Es el archivo humano de la izquierda dominicana, que cuenta con cruda realidad citando desertores, traidores, infiltrados, oportunistas o fieles luchadores.


Se alzó junto a Manolo Tavárez en 1963 y salvó su vida gracias a sus habilidades estratégicas, alconocimiento de terrenos del Este, la protección de Albert Giraldi, la mediación de monseñor Juan Félix Pepén y el padre Benito Taveras y al alberguedel nuncio Emmanuel Clarizio que, al principio, quería entregarlo.


Vive en la memoria por el mitin del Bloque de la Dignidad Nacional de 1974, en el que la izquierda, representada por él, se unió con organizaciones “de derecha, como el PRD”, para enfrentar a Joaquín Balaguer.


Bosch se levantó de su asiento y se marchó mientras Iván se dirigía a las masas, y la mayoría ha registrado que el exabrupto se debió a que el orador se pasó de tiempo, lo que desmiente Iván.


Se inició adolescente en la política, primero contra Trujillo y después en el 14 de Junio hasta que se dividió. Organizó sindicatos y planificó huelgas en el Central Romana donde se desempeñó como carpintero, listero, tarjetero, hasta que llegó el 1J4 a La Romana “de la mano de RadhamésRodríguez Gómez”.


Pasó a la Línea Roja del 14 de Junio, el Frente Unido, Frente Patriótico Nacional (FREPAN), la Unión Patriótica Antiimperialista, Partido de los Trabajadores Dominicanos, Bloque Socialista, Nueva Alternativa, Alternativa Revolucionaria… Hoy es secretario general de Patria para Todos.


“He estado en una secuencia con la misma esencia: buscando una República Dominicana como la soñaron Duarte, Luperón y Manolo”.

Estudiaba y trabajaba. Fue dependiente en la pulpería de un primo, y el primer menor de edad en el país que sacó seguro social.


Luego pasó al colmado “El pescado”, de Amador Pons, español, hasta que se empleó en el aserradero del Central. Ya tenía hijos y esposa que mantener.


Porque muy temprano lo flechó el amor. Con 17 años se casó con Miriam Mercedes Rodríguez, de 15, y ella y sus hijos han compartido los infortunios y las escasas alegrías del revolucionario. Mientrasestuvo preso, Miriam era trasladada a cárceles de mujeres. La represión ha sido contra la familia, que se ha mantenido unida. La pareja procreó a Juan Jorge Iván, Miriam Ivania, Raúl Guillermo y Juan Evangelista (fallecido).


Ella estuvo a cargo durante los exilios del marido o en sus viajes por países socialistas a los que llegó con nombres y apellidos ajenos, tan bien camuflado que no lo reconocieron inspectores de emigración.


La cárcel y habitaciones donde estuvo oculto, fueron por años sus viviendas mientras Miriam y sus hijos sobrevivían con centavos resultado de sus trabajos de modista y repostera. Nunca han tenido casa propia. Hasta hoy, viven con lo necesario.


“No vine a la política a enriquecerme, conozco las precariedades, pero nunca me ha interesado el dinero”, exclama el superviviente marxista-leninista nacido en Matachalupe, Higüey, y trasladado niño a La Romana.


Lúcido, detallista, sereno,de su mente no escapan nombres ni el relato de acciones vergonzosas que revela sin rubor, aunque sus protagonistas están vivos.


Delgado, de elevada estatura y rápidos movimientos, viste con elegancia y buen gusto, aunque de forma sobria.
Agradece la indumentaria “de marca” a la generosidad de sus hermanas y, sonriendo, cita a un autor marxista:“La revolución no se hace para vivir mal, sino para que todos podamos aspirar a tener una vida digna”.

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