POR MARISELA MAÑÓN
Pese a otras razones como no dormir y trabajar en exceso, el cansancio físico y mental se relaciona principalmente con la dieta diaria: tener hábitos alimenticios desordenados, saltearse las comidas, comer a cualquier hora, “picar” algo cada cinco  minutos, preferir la comida chatarra… en fin, muchos son los motivos.

Pero bueno, algo se puede hacer para salir de esta agotadora cadena de cansancios sucesivos. En primer lugar, es importante  saber que hay determinados alimentos que pueden ayudar (y mucho) para combatir esa sensación de agotamiento.Veamos a continuación como suplir esas deficiencias.

Pescado

Cuando usted se sienta cansado, o lo que es lo mismo con un “down”, cocine un pedazo de salmón, de tuna, sardinas u otro pescado que aporte grasa (omega 3). El consumo de estos alimentos hacen “levantar a cualquiera de la silla” y hace que desaparezca cualquier síntoma de decaimiento. Otras fuentes de omega 3 son las semillas de linaza, aceite de soya, de nueces o de canola. Todo esto lo puede encontrar en el mercado.

Granos integrales

La mejor forma de comer granos integrales es ingiriéndolos en pequeñas cantidades durante el día. Si usted trabaja fuerte, con el cuerpo y la mente, esta práctica le ayudará a incrementar el combustible del cerebro. Cuando esté cansado y haga una pausa para descansar, en lugar de tomar una tacita de café repleta de azúcar blanca, coma unas galletitas integrales, de avena  o granola. Sentirá como aumenta su deseo de volver a trabajar, cosa que no sucede con el café, no por el café sino por el azúcar refinado que le añade.

Espinaca

Quizás le provoque una sonrisa el escuchar esta recomendación, pues no es este vegetal el favorito de mucha gente, pero déjeme decirle que es una gran fuente de ácido fólico, la vitamina que reduce la sustancia que le lleva a estar decaído y hasta se asocia con la depresión.

Un plato de ensalada de espinaca con ajo es la mejor medicina para ese decaimiento.

Agua

¡Ok!, es verdad,  el agua no se come y no es realmente un “alimento” pero lo que usted toma, o deja de tomar, afecta su calidad de vida. Aproximadamente el 85% de los tejidos cerebrales están hechos de agua, de ahí que un cansancio cerebral puede ser causado por una deshidratación. Asegúrese de mantener la disponibilidad de agua en su cerebro, tomando más de 8 vasos el día. Yo recomiendo una onza de agua por cada libra que usted pese.

Huevos

Usted no se imagina lo que puede hacer un huevo hervido, cuando uno está muy cansado, y no hablo de comer solo la clara de huevo, sino todo el huevo. Este pequeño y oval alimento es una rica fuente de lecitina, nutriente esencial para la función del cerebro que le ayuda a mantenerse alerta, incrementa la memoria y eleva la capacidad de concentración. Dos huevos a la semana deben ser parte de la dieta de un adulto normal.

  AJO

¡Ah!, y hablando de ajo con espinaca, mi quinto alimento para ayudarle a no sentirse tan cansado es el ajo. Justo el alimento que pega con todo, añádalo al salmón, a la espinaca, a las ensaladas. Es verdad que no es muy agradable su olor, pero el selenio que aporta compensa. El selenio es el mineral que nos hace sonreír, cuando usted tiene carencia de selenio lo menos que quiere es sonreír, y se siente agotado. Así que vale la pena consumir ajo. El remedio para combatir el olor fuerte de este alimento es masticar unas hojitas de menta o de perejil, las que además le aportan hierro al organismo.

Guineo

De seguro ha escuchado que el guineo es rico en potasio y que éste, a su vez, es el mineral del corazón; bueno, pues déjeme decirle mi teoría comprobada, “lo que es bueno para el corazón, es bueno para la cabeza”, y el cansancio es un asunto del  cerebro. El potasio que aporta el guineo no sólo aumenta la capacidad del cuerpo de generar energía, ya que contiene los tres azúcares naturales que el cuerpo necesita y usa, glucosa, fructosa y sucrosa sino que, también, mantiene la presión arterial controlada y evita el cansancio extremo. El guineo contiene otra buena sustancia llamada Triptofano, un aminoácido que nos ayuda a usar bien la energía generada en el cuerpo por esos azúcares.