8 de marzo y Miriam Germán

8 de marzo y Miriam Germán

La conmemoración del 8 de marzo en esta semana estuvo marcada por uno de los patrones de ejercicio de violencia de género presentes en nuestra sociedad representados en Miriam Germán Brito, desde el contexto de su evaluación como jueza de la Suprema Corte de Justicia por el Consejo Nacional de la Magistratura.
La reacción en las redes sociales y en todos los medios de comunicación de rechazo y cuestionamiento ha sido de gran envergadura. El lema que se ha establecido desde el movimiento de mujeres y de todas las mujeres sensibles es “Miriam Germán somos todas”.
¿Por qué Miriam German somos todas?
La situación de Miriam Germán representa algunas de las prácticas de desigualdad y violación de derechos que vivimos continuamente las mujeres, que se extrapolan muchas veces a distintos escenarios. Algunas de ellas son:
• Irrespeto y desvalorización del esfuerzo ganado. Miriam Germán con más de 40 años de ejercicio en el sistema de justicia, logra ser parte de la Suprema Corte de Justicia y desde ahí desempeñar su papel con alto honor. Ese proceso de largos años de compromiso y dedicación se desconoce y no se evalúa desde los estándares establecidos para ello. El ataque a Miriam es el ataque a todas las mujeres de nuestra sociedad, basado en el abuso y en la inconsistencia, usado continuamente contra muchas mujeres cuando se busca desconocer su recorrido social.
• Violación del espacio privado e íntimo. Fue evaluada violentándose su intimidad y su espacio privado-familiar, no desde su ejercicio profesional y judicial, violándose las normas establecidas para este tipo de evaluación en las más altas cortes.
• Silencio y Complicidad masculina ante el ejercicio de violencia de género.
El atropello recibido por Miriam Germán fue observado y escuchado por todos los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura y todos respondieron ante el hecho con el silencio. El silencio y la indiferencia son dos respuestas frecuentes en la masculinidad hegemónica ante los hechos de violencia ejercidos por hombres hacia las mujeres.
La sororidad mostrada por miles de mujeres de diferentes estratos y sectores sociales hacia Miriam con el lema “Miriam Germán somos todas” responde a los imaginarios femeninos de nuestra cultura. Las mujeres en todos los ámbitos y estratos sociales nos apoyamos unas a otras, en caso de: enfermedad, violencia, muerte, acoso y abuso sexual. Hoy, hombres y mujeres estamos mostrando que Miriam Germán es un ejemplo a seguir en nuestra sociedad. Debe ser un modelo de educación ciudadana para nuestras nuevas generaciones, su vida, su carrera judicial y su manejo desde la profesionalidad y la perspectiva dialógica demuestra su calidad humana y profesional.

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