Siempre se habla de que los latinoamericanos son apasionados, más ardientes que nadie en la cama y lujuriosos, pero según especialistas de la urología reunidos en República Dominicana para participar en el Tercer Foro Latinoamericano de Salud Masculina, esto podría ser solo un mito…

La doctora Luz Jaimes, especialista en sexología, Máster en Terapia de la Conducta y expresidenta de la Sociedad Venezolana de Sexología Médica, asegura que el 87 % de los varones frente al 77 % de las mujeres desea mejorar su vida sexual en América Latina.

Y es que “35 de cada 100 mujeres entrevistadas asegura que la rigidez o firmeza de sus parejas no es óptima”, asegura la experta.

¿Latin Lovers? Así mismo, Jaimes asegura que cerca de la mitad de los hombres encuestados consideran que tener una erección inferior podría representar un problema en su vida de pareja “llegando a afectar inclusive la frecuencia de su actividad sexual”. En conclusión, los varones que no funcionan de manera óptima disminuyen sus encuentros sexuales hasta a solo tres por mes”, explica.

Ante este escenario de tiniebla, la especialista ofrece algunas luces. La primera es que hoy en día el hombre latino es mucho más abierto con este tema y se deja ayudar, “aunque muchos prefieren hacer el tratamiento a escondidas de sus parejas”. La doctora asegura que la buena disposición facilita el trabajo.

Cómo se detecta. Jaimes, reconocida especialista en temas sexuales de Venezuela, dice que la disfunción eréctil está dividida en leve, moderada y grave.

Suele pasar que quienes presentan una disfunción leve no busquen ayuda, porque aún pueden penetrar; quizás los de moderada buscan ayuda cuando no hay una correcta erección, pero en muchos de los casos, no la buscan, esperando que con el tiempo el problema se solucione solo”, agrega.

¿Por qué tanta disfunción? “Sucede por enfermedades sistémicas y también por factores emocionales como depresión, angustia, separación de la pareja, pérdida de un hijo”.

Cuenta que además “hay factores combinados, como hipertensión o una diabetes relacionada con un factor sicológico que es el miedo a fallar, lo que exacerba el problema”.

También es cuestión de mujeres. En cuestión de disfunciones, la situación es más o menos igual, lo que pasa -según la experta- es que esto se ha estudiado menos en las mujeres, “sin embargo hoy la sexualidad femenina está teniendo un ‘boom’ importante”, agrega.

Ahora, según indica la doctora, la mujer latinoamericana busca ayuda por razones distintas a las del hombre. “Ella se preocupa del sexo cuando la parte afectiva se está afectando, el hombre no necesita de esto, no necesita un empuje afectivo para hacer el sexo”, comenta.

“Un factor muy importante es la dinámica de pareja. A veces el problema está en la interacción entre ambos o en el lado femenino y no en el componente masculino. Si una mujer sufre de vaginismo (dolor durante la penetración) o presenta disfunción orgásmica (incapacidad para alcanzar el orgasmo), en ocasiones un hombre puede sentirse frustrado luego de varios intentos y terminar presentando disfunción sexual.

Hasta una separación o divorcio que se realice en condiciones difíciles puede generar incapacidad para tener una erección.

En ocasiones el problema es más complejo de lo que parece e involucra a ambas partes”, asegura la sexóloga.

Terapias, amor y paciencia. Jaimes hace hincapié en que, independientemente del origen de la disfunción, estos son problemas tratables. Existen diversos recursos de acuerdo al caso, que van desde medicamentos hasta rehabilitación psicología.

La uróloga señala que hoy en día existen opciones muy efectivas hasta en los casos en que parecería no haber tratamiento.

“Están las prótesis de penes, que se colocan a través de procedimientos quirúrgicos. Claro, esta es la última línea de tratamiento, pero es una alternativa”.