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Vertiendo petróleo en aguas turbulentas

FINANCIAL TIMES <BR>Vertiendo petróleo en aguas turbulentas

El proyecto de ley de Energía ante el Congreso de Estados Unidos se ha enmendado para bloquear una apropiación china de UNOCAL, pendiente del resultado de un estudio sobre las implicaciones de las necesidades energéticas de China para la seguridad de EEUU. Este es un intento cursi de intervenir en la actual batalla entre CNOOC y Chevron por el control de la compañía petrolera estadounidense, que no hará nada por mejorar la seguridad de EEUU.

La enmienda amenaza con incrementar el tiempo que le tomaría a CNOOC completar el proceso regulatorio necesario para comprar UNOCAL, de un máximo de 90 días hasta no menos de 141 días. También ampliaría el número de temas a tomar en cuenta más allá de la definición estrecha de «seguridad nacional». La incertidumbre adicional probablemente liquidaría la oferta, lo cual es, evidentemente, la intención.

Algunos legisladores quieren ir más allá y exigen que el comité de inversiones extranjeras considere la seguridad económica conjuntamente con la seguridad nacional en todos los casos –una acción débilmente disfrazada para bloquear otras posibles adquisiciones chinas-.

Aunque esto sería menos arbitrario, serviría solo para generalizar un error grave.

Si EEUU quiere mejorar su seguridad energética, hay muchísimas cosas que podría hacer. Podría incrementar su producción doméstica de petróleo, subsidiar combustibles alternativos o reducir el consumo mediante la imposición de impuestos a la gasolina o normas más altas de eficiencia de los combustibles. Este es el tipo de medidas que debería estar incluido en una ley de Energía, pero es sumamente notoria por su ausencia.

También EEUU tiene intereses fuertes en obligar a otros países a que abran sus reservas a la inversión extranjera. Pero ahora esto será más difícil de lograr, si está bloqueando la inversión extranjera en sus propia industria petrolera.

La adquisición china de compañías petroleras no implica un peligro económico para EEUU. El petróleo es la última materia prima intercambiable: por cada barril de petróleo de UNOCAL que China pudiera desviar para su uso exclusivo, importaría un barril menos de otras fuentes. El precio global y la disponibilidad de petróleo para EEUU sería exactamente el mismo de antes.

Mientras que la negativa de acceso al petróleo se pudiera utilizar como una herramienta militar en tiempos de conflicto, esto no depende de la propiedad sino de la capacidad de asegurar las instalaciones y bloquear las vías petroleras. China es ampliamente más vulnerable en este aspecto que EEUU con su abrumadora fuerza naval.

En este asunto hay un tema de seguridad nacional, pero va por otro lado. Bloquear las adquisiciones cae bien en las manos de aquellos en Pekín que defienden que tienen que prepararse para una confrontación inevitable con Occidente, porque jamás le permitirán a China disfrutar de un ascenso pacífico.

La media del Congreso sitúa a la Casa Blanca en una situación incómoda. Esta debería amenazar con vetar la ley a menos que se eliminara la enmienda pero, por otro lado, necesita la ley desesperadamente. Lo que es evidente es que el presidente George W. Bush se ha mantenido silencioso respecto de China demasiado tiempo, permitiendo que los halcones militaristas y los proteccionistas del Congreso lleven las acciones. Ya es hora de que el señor Bush retome el control de la agenda.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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