De los Servicios de Holy. La batalla de Bruselas contra los abusos del roaming culminó ayer en Estrasburgo con el voto de la Eurocámara sobre un reglamento del Mercado Único de Telecomunicaciones.

Los costes por roaming son el suplemento que las operadoras de telecomunicaciones cobran por las llamadas al extranjero o el uso de datos. Para la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, cuando se trata de llamar a países de la UE o de descargar datos desde ellos, este cargo extra es un obstáculo para hacer más Europa. Por ello, la Comisión y Eurocámara llevan prácticamente una década tratando de reducir al máximo ese coste. El primer paso fue la creación en 2005 de una página web en la que se informaba de estas tarifas y después llegaron las políticas de precios máximos.

Según los datos desde 2007, el precio de llamadas y mensajes de texto (SMS) a otros países de la UE ha caído en un 80%, mientras que el uso de datos lo habría hecho en un 91%. Esta nueva normativa fija dos hitos en el calendario. El primero, abril de 2016, cuando las operadoras solo podrán cobrar un suplemento sobre la tarifa doméstica de 5 céntimos de euro por minuto por llamadas realizadas, 2 céntimos por SMS enviado y 5 céntimos por megabyte (Mb) de datos utilizado (más su correspondiente IVA). En estos momentos, ya hay un tope máximo al precio minorista por roaming en la UE: 19 céntimos por minuto por llamadas, 6 céntimos por SMS y 20 céntimos por Mb. La segunda fecha es el 14 de junio 2017, que sería, sobre el papel, el último día en que se podrá cobrar por servicios de roaming en la UE. Aunque hay alguna excepción.