Cada vez que usted se encuentre atrapado y sin salida en un infernal tapón, rumiando impotencia y maldiciones, recuerde que no toda la culpa es de los carros del concho y las voladoras, o de los semáforos que la intervención de los agentes de Amet convierte en adornos inútiles, o de la incompetencia de las cinco instituciones que tienen que ver con la regulación del tránsito y el transporte de pasajeros. Gracias al periódico El Día nos hemos enterado de la existencia de al menos 20 “rutas VIP” para uso exclusivo de funcionarios, lo que caotiza aún mas el tránsito pues los agentes de Amet tienen que abrirle el paso cuando se desplazan, aunque sacrifiquen el tiempo y la paciencia de los ciudadanos. No exagero si me atrevo a decir aquí que usted, al igual que yo, sentirá una creciente indignación luego de enterarse de la suerte que tienen esos funcionarios, entre los que se encuentran, además del presidente Danilo Medina y la vicepresidenta Margarita Cedeño, los ministros de Interior y Policía y Defensa, el jefe de la Policía Nacional, el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), y otros doce ministros mas que El Día, desgraciadamente, no identificó. Pero más allá de la indignación hay que reconocer que a estas alturas esas noticias no deberían extrañarnos y mucho menos sorprendernos, pues hemos sido testigos de cómo el PLD ha convertido el Estado dominicano y sus instituciones en instrumentos al servicio de los apetitos de poder y riqueza de sus dirigentes, algunos de los cuales no tienen “saciadera”. Y si hoy nos quejamos de las rutas VIP para que los funcionarios puedan circular sin problemas aunque anden en actividades extracurriculares, mañana podría ser el aeropuerto que construyeron para su exclusivo uso. ¿Hasta dónde llegarán? Yo lo ignoro, pero les recomiendo aprovechar el próximo tapón para que tengan tiempo de darle mente a esa pregunta y sus posibles respuestas.