1981, Colombia, escenario del Primer Encuentro feminista y donde se propone la fecha del 25 de noviembre para conmemorar el Día de la No Violencia Contra la Mujer, en honor a nuestras heroínas brutalmente asesinadas en 1960 y quienes luchaban contra la tiranía de Trujillo: Patria, Minerva y María Teresa. Han pasado los años y nuestras mujeres siguen siendo, vejadas, maltratadas, humilladas, violadas, asesinadas…
Los numeritos no se equivocan y el desafío cotidiano que enfrenta la sociedad dominicana es muy grande, en Endesa 2002 – Encuesta Demográfica y de Salud – entre otros datos, se refleja que el 22% de las mujeres entre 15 a 49 años de edad han sido víctimas de violencia por parte de su esposo o compañero y el 6% han sido violadas, el 58% de ellas nunca han buscado ayuda, es decir, nuestras mujeres son las heroínas abusadas del milenio.
Por lo que tendríamos de declarar el día a día dominicano como Días de la No violencia a la Mujer, hasta que logremos disminuir la brecha existente entre ellos y nosotras, aun cuando sepamos que los motivos son diversos y que responden a factores sistémicos, estructurales y culturales, que mantienen a la criolla en franca desventaja y discriminación Es una realidad innegable la violencia en la familia dominicana, particularmente la que se ejerce contra mujeres y niños, lo que constituye una violación a los derechos humanos y a las libertades individuales, una reafirmación de la historia de abuso y poder en la que ha vivido nuestro país y que se asocia al machismo.
La eliminación de la violencia contra la mujer es una condición indispensable para su desarrollo personal, social y la garantía de su participación activa y entusiasta en todas las esferas de la vida social.