¿Son buenas todas las dietas?

¿Son buenas todas las dietas?

Adelgazar es uno de los propósitos más extendidos cuando empieza el año, pero para conseguirlo no todo vale. En este sentido, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha estudiado las dietas de moda y ha elaborado una lista con las cinco menos convenientes.

Según explica esta entidad, los regímenes de esta lista “son demasiado restrictivos e incompatibles con la vida social habitual, prometen perder mucho peso en poco tiempo y, a menudo, recurren a productos naturales a los que atribuyen poderes milagrosos”.

Del mismo modo, advierte de que dejan una profunda huella en la salud, con múltiples efectos secundarios y un posterior efecto rebote. “Son insostenibles a largo plazo y totalmente desaconsejadas para lograr una pérdida de peso saludable”, destaca.

Así, las monodietas a base de limón, manzana, piña o sirope de savia ocupan el primer puesto en el “top 5” de IMEO entre las menos aconsejables “por ser extremadamente restrictivas en calorías, muy desequilibradas y con un efecto rebote garantizado”, señalan desde esta institución.

La dieta del limón. La dieta del limón a menudo se utiliza para “bajar una talla de pantalón en una semana”, exponen los especialistas de IMEO. En este sentido, detallan que consumir en exceso un ácido tan potente es perjudicial y obliga a nuestro organismo a utilizar sus sistemas de compensación gastando muchos oligoelementos.

La carencia de estas sustancias “puede conducir a la aparición de enfermedades como diabetes, hipertensión y anemia, entre otras”, según indican.

Además, afirman que la recuperación de los kilos perdidos está casi asegurada y señalan que esta forma de perder peso está especialmente contraindicada “para personas con problemas de reflujo, acidez de estómago, ácido úrico elevado o estreñimiento”.

Dietas frutales. Las dietas de la manzana y la piña se han hecho especialmente populares tras las fiestas navideñas debido a sus propiedades diuréticas y depurativas.

“Son frutas que no contienen proteínas, por lo que a la hora de perder peso eliminaremos principalmente masa muscular y, cuando terminemos la dieta, volveremos a recuperar el peso con gran facilidad”, apunta Estefanía Ramo, dietista-nutricionista de IMEO.

La experta añade que “se trata de dietas especialmente perjudiciales para las mujeres durante la menopausia”.

Respecto a la dieta del sirope de savia, los especialistas de IMEO subrayan que “desatiende por completo las necesidades del organismo humano y está totalmente contraindicada en adolescentes, personas en crecimiento y de la tercera edad”.

La de 500 kilocalorías. El segundo puesto de la lista lo ocupa la dieta de las 500 kilocalorías (kcal.) Consiste en hacer un par de días de ayuno a la semana, consumiendo un máximo de 500 kcal. En muchos casos, se recurre a sustitutos de comidas como barritas o batidos, que no contribuyen a crear unos correctos hábitos alimenticios.

Desde IMEO, sostienen que, “como regla general, ninguna dieta debería ser inferior a las 800 kilocalorías diarias”. Asimismo, señalan que con la dieta de las 500 kilocalorías “es fácil perder entre dos y tres kilos a la semana, pero la insuficiente cantidad de proteínas consumida se verá reflejada sobre todo en la pérdida de masa muscular”.
Los sobres proteinados. Otra de las dietas señaladas por el IMEO es la de los sobres proteinados. Es una dieta de procedencia francesa que se divide en varias fases, de cuatro a siete dependiendo del laboratorio.

Utiliza sobres y preparados proteicos para sustituir las comidas. Las primeras fases permiten la ingesta de cantidades limitadas de verdura con escasa grasa y un suplemento proteico por comida.

Los especialistas de IMEO puntualizan que “no es una dieta equilibrada, y el hecho de reemplazar los alimentos cotidianos por preparados proteicos la hace insostenible en el tiempo”.

Zumos multivitamínicos. La siguiente en el “top 5” de las dietas menos indicadas es la de los zumos multivitamínicos. Está diseñada a base de bebidas hechas de frutas, verduras y hortalizas.

Contiene vitaminas y minerales, pero una cantidad muy reducida de proteínas y grasas, por lo que es un planteamiento incompleto e insostenible en el tiempo, con riesgo de perder masa muscular y de provocar una hipervitaminosis.

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