En Pequeño Haití dan muestra de poco interés situación país

En Pequeño Haití dan muestra de poco interés situación país

Mientras en Haití, por cuestiones de seguridad se suspende la celebración de la segunda vuelta de los comicios electorales, en medio de innumerables manifestaciones violentas en las calles y denuncia de fraude electoral, en el Pequeño Haití, donde muchos originarios de la vecina nación hacen vida comercial, siguen en su rutina diaria y no dan muestras de mayor interés por lo que ocurre en su país.

A pesar de ser ayer un día festivo, los haitianos como un día cualquiera armaron sus tarantines donde comercian ropa interior, cosméticos, otros hierbas y flores. Están prestos y diligentes a la venta, pero no así a pronunciarse sobre la actual situación que atraviesa la tierra donde nacieron.

Con el pretexto de que están de este lado de la isla, que trabajan aquí y que hace mucho tiempo que no van a su tierra, se justifican algunos y se resisten a responder al cuestionarle sobre la crisis que vive Haití.

Rosa Martelly, una joven comerciante de cosméticos y ropa interior dice que no sabe nada, y reiterativa en expresar que no le importa nada porque “mi familia está aquí, yo no sé nada de eso”.

Cuenta que hace muchos años dejó de ir Haití por el problema de la inseguridad, y desde entonces poco de lo que suceda allá le quita el sueño y sin reparos lo expresa.

Charles Kenol es un joven que vende empanadas, y cuenta que debido a todo el trabajo que tiene, sale de madrugada y llega tarde de la noche, no tiene tiempo ni ánimo para dar seguimiento en las noticias lo que ocurre. Aparecen también quienes

por temor a represalias del gobierno haitiano no se atreven a pronunciarse.
“Haití ta’ bien, qué pasa llá” responden con sarcasmo, luego hace la salvedad que muchos que han hablado de cosas de Haití, cuando van allá no aparecen.

Aunque unos pocos si les inquieta la situación que atraviesa su país, y lamentan que por la ambición de poder de grupos, el cambio tan necesario luzca cada vez más lejos y no favorecen la idea que promueven grupos opositores sobre un gobierno de transición.

Lovely Oracuis y Ernesto Aristild, dueño de un pequeño almacén con más de 35 años en el país, creen que instaurar un mandato transitorio, como sugiere la oposición que encabeza algunas de las manifestaciones y pide también la dimisión del actual presidente Michel Martelly, sería volver a cometer un error del pasado. Lamentan que la oposición no haya podido unirse por el bien de todos.

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