Tuvo buena acogida en el país la exposición de la artista del pincel de origen cubano, Amalia Angulo, quien expuso, en el Museo de las Casas Reales, un conjunto de piezas que muestran su evolución artística, cuyos trabajos se caracterizan esencialmente por la minuciosidad en los detalles.

En esta entrega la artista revela un universo pictórico donde el dibujo pasa a ser su principal medio para recrear un conjunto de imágenes de la memoria que devienen producto de su ir y venir por el mundo. Cada obra resume la experiencia de momentos vividos por la artista, los cuales asume de forma individual otorgándole real protagonismo a cada una de las escenas en el cuadro.
Amalia, quien se ha valido de la expresión plástica para compartir con el público su visión de la realidad entiende que “el arte no es solamente un cuadro en la pared o una escultura adornando un jardín. Es la mirada que analiza el paisaje y sus colores, es el poder apreciar los rostros, las formas, el poder apreciar la belleza o rechazar lo que no es agradable”. De ahí que sus trabajos integren una serie de formas desproporcionadas y a veces irreconocibles con la intención de proyectar un ideal mediante un enfoque propio.