Alrededor de 250 kilómetros de cauces ríos deben ser intervenidos

Alrededor de 250 kilómetros de cauces ríos deben ser intervenidos

Alrededor de 250 kilómetros de longitud de cauce de varios ríos necesitan ser intervenidos porque están sedimentados, afirmó ayer el viceministro de Suelos y Aguas, José Alarcón, quien se quejó de que existe desconocimiento en este tema, lo que ha llevado a paralizar el programa de canalización.

Dijo que la cantidad de material agregado es tanta que puede ser exportado a otros países del Caribe y Estados Unidos, que no tienen ese tipo de minerales.

Indicó que en el país la escorrentía desde la cuenca alta está aumentando, no por la cantidad de lluvia, sino por una menor capacidad de infiltración fruto de la deforestación, crecimiento demográfico y ganadería.

Señaló que esa escorrentía cargada de sedimentos está provocando daños en la infraestructura productiva como puentes, carreteras, comunidades y fincas con las inundaciones.

Proyecto. Alarcón recordó que hace años se creó la Comisión de Canalización que integran los ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, la Defensa Civil y la Oficina de Desarrollo Provincial y gobiernos locales.

Dijo que este organismo realizó un inventario sobre los sitios que representan alta vulnerabilidad. Los casos más críticos lo constituyen los ríos Yuna, Maimón, Yaque del Sur, Las Cuevas, Grande del Medio, Yubaso, Ocoa y Nigua. Estos tres últimos han sido intervenidos.

Indicó que en el caso de Ocoa se invirtieron 1,500 millones de pesos para que su crecida deje de inundar las comunidades y llevarse el puente de Los Pilones, que hubo que construirlo varias veces.

Con Nigua, de un vertedero en el que se había convertido, se recuperó su cauce y presenta un volumen de agua. Además, se construyó un muro para proteger las comunidades cercanas de la inundación. También se llegó a intervenir Yubaso y sitios puntales del Yuna, detalló.

Dijo que normalmente estos trabajos se hacen en acuerdos con empresas que realizan el encauzamiento y se quedan con los agregados. El funcionario aseguró que eso se realiza con un proceso adecuado de extracción y seguimiento en base a estudio topográficos, hidrológicos y de impacto ambiental.

Indicó que ese plan está paralizado porque hay mucha resistencia, tanto de grupos de ecologistas como de personas que se hacen eco de sus planteamientos.

«En algún momento este pueblo tendrá que saber de la importancia que representa la canalización y tratamiento de los ríos a nivel de sus cauces en la cuenca baja», dijo.
Consideró que las denuncias ambientales no se están enfocando desde el punto de vista técnico, aunque defendió que la población se mantenga vigilante ante cualquier violación porque eso permite reaccionar y dar seguimiento a los proyectos en ejecución. Indicó que incluso se están habilitando comités de veeduría en las comunidades.

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