TEMPE, Arizona (AP).- Cuando un pitcher dominicano necesita algún consejo, el nombre de Pedro Martínez usualmente sale a relucir. Ramón Ortiz no es la excepción.

El abridor de los Serafines de Anaheim reconoce que para ser exitoso en grandes ligas necesita consistencia en sus envíos y dominar la parte interior del plato, por lo que escucha atento cada vez que su amigo de los Medias Rojas de Boston lo aconseja.

«Pedro siempre nos dice a cada uno de nosotros los dominicanos que debemos lanzar adentro porque ésa es la base principal de los pitchers», dijo Ortiz en el campo de entrenamiento de los Serafines.

«El mismo nos dijo a nosotros que todo pitcher que tira adentro se mantiene en las grandes ligas, pero el que no tira adentro es muy difícil que se mantenga», agregó.

Sostuvo que aunque no mantiene comunicación constante con Martínez, uno de los mejores serpentineros de esta generación, habla con él cada vez que coinciden en un parque.

Y dijo que su meta es emular la consistencia que ha llevado a Martínez a ganar tres premios Cy Young.

«Durante la temporada cuando nos juntamos platicamos. Es un pitcher consistente, y eso es lo que yo busco, consistencia, que pueda hacer los lanzamientos en el momento preciso que los necesito», señaló.

Ortiz se prepara para comenzar su cuarta temporada completa con el equipo y se perfila como el quinto abridor en una rotación que incluye a su compatriota Bartolo Colón y al venezolano Kelvim Escobar.

El año pasado tuvo marca de 16-13, con 5.20 de efectividad y 94 ponches en 180 entradas. En su carrera de grandes ligas, lleva récord de 52-42, 4.63 de efectividad y 508 ponches.

«Ha sido un pitcher ganador. Esperamos que Ramón contribuya con su cuota de victorias», comentó el coach de lanzadores, Bud Black.

Ortiz indicó que en el receso de temporada estuvo en República Dominicana trabajando en su control y los lanzamientos en la parte de adentro del plato.

«Ya tengo mi comando, estoy lanzando muy bien y puedo decir que puedo poner la bola adentro y tirarla afuera también», afirmó el pelotero, de 30 años.