Viriato A. Fiallo: niegan la vieja versión de que apoyó golpe de Estado de 1963 (2 de 2)

Viriato A. Fiallo: niegan la vieja versión de que apoyó golpe de Estado de 1963 (2 de 2)

Viriato Fiallo no estuvo de acuerdo con el golpe de Estado que derrocó a Juan Bosch en 1963. Lo comunicó por múltiples vías y dijo a la gente que pertenecía a grupos de extrema derecha que el hecho podía generar una situación peligrosa para el país. En su esquema predominaba la presión moral. La problemática, en sus procesos de formación, lo llevó a enfrentarse a un hecho cumplido, pero el golpe se da, inclusive, por encima de la posición del doctor Fiallo, que no lo apoyaba.

La afirmación la hacen Alberto y Antinoe Fiallo Billini, sobrinos del líder de Unión Cívica Nacional, quienes revelaron interesantes detalles del acontecimiento.

Alberto cuenta que “se hablaba todos los días del golpe, era un lugar común, se estaba esperando. La semana anterior, en una declaración, Viriato dijo que aquí no habría ningún golpe, que él no era golpista, que Unión Cívica no estaba de acuerdo pero, el día del golpe, en la madrugada, Roberto Berellez, agente de la CIA, corresponsal de AP que fue uno de los artífices del golpe contra Allende, llamó en la madrugada a Viriato y le preguntó qué opinaba del golpe, él se molestó, porque lo levantó, y replicó que ya había dado sus declaraciones”. El periodista le dijo que el golpe se había dado a las once de la noche y Viriato reaccionó “yo no estoy enterado de nada”. Sorprendido, “convocó al grupo más íntimo de Unión Cívica, entre ellos el doctor Ángel Severo Cabral, al otro día por la mañana, le reclama, y Severo le explica de las reuniones que había tenido con uno de los generales, etc., y él le reclama por qué no lo había puesto al tanto y por primera vez, Severo, que lo respetaba mucho, le contestó un poco fuerte diciéndole que él sabía que Viriato iba a ser débil frente a esa posición porque él no estaba de acuerdo y que él asumió su responsabilidad histórica, que era participar en la conspiración”.

Eso, agrega Alberto, “fue un choque para Viriato. Cuando lo invitan al Palacio Nacional, no había ningún plan, convocan a los civiles para buscar una salida y Viriato me contó que cuando llegan, están discutiendo, sientan a los políticos y él, molesto porque no hay ninguna solución, abre una puerta para ir a preguntar y ve que están los militares reunidos con Luis Amiama Tió y ya estaba tomando decisiones. Él, molesto, los saluda con mucho respeto y exclama: No, no, militares no, tienen que ser civiles los que tomen decisiones. La actitud de ellos le dice a él que ellos están tomando decisiones y se va”.

Reiteran que él no apoyó ni participó en el golpe y al preguntarles por qué se repite lo contrario responden que “de la misma manera que todavía repiten que iba a usar un látigo para darle a los negritos y eso fue un gran argumento en la campaña electoral del PRD. Lo que él dijo fue que así como Cristo usó el látigo para expulsar a los mercaderes del templo, había que expulsar a los mercaderes de la función pública y que eso implicaba expulsar a los mercaderes del trujillismo”.

Antinoe explica: “Él no estaba de acuerdo con el golpe de Estado, eso es lo primero, lo segundo es que el golpe se da porque hay una serie de fuerzas norteamericanas, de la extrema derecha de aquí, de la iglesia y militar que tenían decidido el golpe y él, ante la situación del golpe de Estado se plantea la posibilidad de aminorar el impacto de lo que ya se produce”.

Y agrega: “si tú me preguntas ahora a mí que de todas maneras él no debió haber aceptado el hecho cumplido, debió haber mantenido su posición de desacuerdo y que no lo iba a legitimar, lo que hay que tratar es de buscar el por qué se produce esa decisión final, él no veía viable, positivo para el país, el Golpe de Estado. Se da, en contra del punto de vista que él tenía, y él acepta la posibilidad de que el golpe se desplace como un hecho cumplido, el cual no va a poder torcer ya, pero que él cree que quizá pudiera intervenir para aminorar su impacto, eso es parte de la concepción liberal de no producir más daños”.

Para justificar que su tío no tenía vocación golpista, Alberto Recuerda que don Antinoe, su padre, le propuso que se aliara al 14 de junio, en el parque Independencia, cuando el pueblo estaba tirado a las calles, los remanentes del trujillismo sin un discurso, las Fuerzas Armadas desconcertadas, y él exclamó: “no, así no, tantos años de lucha para legitimar un gobierno, el próximo gobierno tiene que ser producto de unas elecciones, y perdió esa oportunidad”.

[b]Era como un patriarca[/b]

Alberto explica que el gran papel de su tío fue “la resistencia. Los políticos que vienen de fuera traen una lógica de negociación no comprendida por la resistencia”. El país, añade, “entra en un proceso que nadie lo entendía, el PRD no tenía capacidad en ese momento de movilizar la sociedad hacia ningún proyecto nacional y popular”.

“Si se toma la Revolución Integral, el programa de gobierno de Unión Cívica, y se compara con el del PRD, es sumamente avanzado, es la primera vez que se menciona el concepto de sociedad civil como el lugar donde existen los valores democráticos en comparación con el Estado. El discurso antitrujillista no es asumido por el exilio, esa era la agenda principal de los que estaban aquí, para los que venían de fuera era desatar un proceso de democracia representativa, que aquí no se entendía, entonces lo que tratan es de hacer viable una transición a través del pacto con los trujillistas, para el sector más radical de la resistencia dominicana ese pacto era inconcebible porque el concepto que ellos tenían no era borrón y cuenta nueva, sino ruptura total”.

Cuentan que para muchos dominicanos, “Viriato era como un patriarca, con un liderazgo que venía desde la intervención norteamericana, de una familia que venía de una vieja tradición de lucha. Eso va produciendo ese respeto, por no tener por donde descalificar”. Según Antinoe, su ilustre pariente “no era el orador de barricada, es la persona que en un momento determinado expresa una cierta autoridad moral, fíjate que hay un eslogan muy breve que va a jugar un papel muy importante en los meses después que ajustician a Trujillo, que es ¡Basta ya¡, como quien dice, hasta aquí llegamos, no podemos segur con lo que tenemos, había que destrujillizar”.

¿Por qué perdió Viriato Fiallo contra Bosch?-, se le pregunta, y contesta Antinoe: “Cambia el entorno, comienzan a aparecer nuevas fuerzas políticas, algunas que vienen del exilio con la escuela de la truchimanería, es decir, el PRD introduce de alguna u otra forma la escuela de la truchimanería política, es decir, del manejo político pragmático: Borrón y cuenta nueva, eso tiene implicaciones para una parte de la gente que va a ser potencialmente el electorado, es decir, trujillistas que tienen que moverse para protegerse, en segundo lugar, es el discurso populista: los hijos de machepa y los tutumpotes…”.

Se les pregunta en torno al olvido en que por años ha estado sumido Viriato Fiallo y replican: “El trujillismo tiene un peso importantísimo en la sociedad dominicana, y no perdona. Es el poder ideológico de cómo funciona el trujillismo, crean una situación de defensiva, en base de estereotipos. Se aprovecha y se saca de la memoria histórica a un personaje que es bueno analizarlo crítica y objetivamente, a profundidad, en su momento”.Alberto concluye: “La historia dominicana se hace cíclicamente con la metodología del avestruz: frente a ciertos hechos mete la cabeza en un hoyo e ignora. Eso es un olvido muy bien planificado”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas