Kirchner rompe protocolo ante presidente Vietnam

Kirchner rompe protocolo ante presidente Vietnam

BUENOS AIRES (AFP).- El presidente de Vietnam, Tran Duc Luong, probó esta semana la misma medicina que otras personalidades de visita en Argentina, al sufrir los desplantes del mandatario Néstor Kirchner, quien brilló por su ausencia en la cena oficial. Kirchner volvió a romper el protocolo la noche del lunes cuando no asistió a una cena con su homólogo vietnamita, quien realizó una visita oficial esta semana.

   Los funcionarios argentinos se vieron en figurillas para dar explicaciones a sus pares vietnamitas por la ausencia de Kirchner en la cena en el Palacio San Martín, sede protocolar de la cancillería.

   Una fuente gubernamental dijo que el mandatario no concurrió a la cena por «prescripción médica» ya que mostraba signos de cansancio.

   Pero otra fuente indicó a la AFP que Kirchner se mantuvo en la Casa Rosada trabajando hasta cerca de la medianoche, para enfrentar las dificultades por las demoras en el canje de la deuda en mora desde finales de 2001.

   El vicepresidente argentino y titular del Senado, Daniel Scioli, fue quien ocupó el lugar del presidente en el brindis de rigor, acompañado por el canciller Rafael Bielsa y otros ministros.

   Kirchner podría incluso no concurrir a las cenas previstas durante las próximas visitas previstas del presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, y el rey de Marruecos, Mohammed VI.

   El presidente paquistaní y el monarca marroquí completarán una sucesión de visitas que comenzó la semana pasada con la del presidente de Corea del Sur, Roh Moo-Hyun, y la del presidente chino, Hu Jintao, con quienes sí cenó y completó el estricto protocolo.

   El pasado miércoles, el mandatario argentino llegó casi dos horas tarde al acto de inauguración del III Congreso Internacional de la Lengua Española, en la ciudad de Rosario, donde lo aguardaba el rey Juan Carlos de España y su esposa Sofía, debido a un desperfecto en el avión que lo iba a trasladar desde Buenos Aires.

   Sin embargo, Kirchner no ordenó al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que avisara a los reyes de que llegaría tarde por ese motivo.

   Juan Carlos y su esposa aguardaron casi una hora a Kirchner en el Teatro El Círculo de Rosario, sede del Congreso de la Lengua Española, donde se realizó la ceremonia inaugural.

   El presidente argentino viajó luego a la cumbre Iberoamericana de Costa Rica sólo porque se lo pidió el monarca español y retornó tras una estadía relámpago de apenas 12 horas.

   Otro caso resonante se produjo meses atrás cuando la poderosa presidente del gigante informático estadounidense Hewlett-Packard, Carly Fiorina, se marchó de la Casa Rosada (gobierno) tras esperar 45 minutos a que Kirchner la recibiera.

   Desde que asumió hace un año y medio, Kirchner ha impuesto el ya famoso »estilo K», que mezcla su aversión al protocolo, el rechazo a las pegajosas custodias para mezclarse con la gente y las tardanzas en llegar a encuentros con homólogos o personalidades internacionales.

   La primera prueba fue el día de la toma de posesión, el 25 de mayo de 2003, cuando se despegó de su custodia para mezclarse con el público que lo vitoreaba ante la Casa de Gobierno y fue golpeado con una cámara de un fotógrafo que le dejó una leve herida en la frente.

   A partir de allí, los custodios y los encargados del protocolo, desarrollan su labor bajo continuos sobresaltos.

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