El túnel de la UASD casi nos provoca un accidente fatal

El túnel de la UASD casi nos  provoca un accidente fatal

El objetivo específico de lo que escribo es llamar la atención, sobre todo a los ciudadanos que vayan a usar el túnel que mucha gente denomina: el túnel de la UASD. Y si acaso, para que las autoridades competentes hagan algo para evitar otros posibles accidentes como el que nos ocurrió el pasado lunes 12 de septiembre.
Luego de cumplir compromisos familiares y dejar una de mis hermanas en Naco, nos dirigíamos junto a mi esposa y otro de mis hermanos hacia la zona universitaria donde él reside, por lo que tomamos la calle Ortega y Gasset para cruzar a través del túnel, con un tránsito bastante fluido a las 7 de la noche. Pero cuando apenas entramos en dicho túnel, por el carril de la izquierda, porque el de la derecha estaba ocupado, sentimos un ruido metálico, y de inmediato, dos pequeñas explosiones que provocaron inestabilidad en el vehículo.
Haciendo esfuerzos y con bastante dificultad para no chocar con nadie, logramos colocarnos a la derecha y encender la luz intermitente. Al bajar, mi hermano y yo, comprobamos que las dos gomas del lado izquierdo estaban vacías y rotas, como si hubiésemos pasado por encima de dos machetes afilados. Gracias a Dios que no hubo desgracia alguna.
¿Qué pasó? Que al comienzo de dicho túnel hay un badén o zanja, con una cubierta metálica, precisamente para evitar la caída de los vehículos, pero la noche del lunes, al cruzarlo, una parte de dicha cubierta no estaba. Sin señal y oscuro se convierte en un peligro.
Las dos gomas del lado izquierdo, la delantera y la trasera, fueron totalmente cortadas, lo que pudo provocar un accidente de consecuencias impredecibles. Es por eso que les advierto a quienes transitan por allí, que tengan mucho cuidado. Para que si se ven en la necesidad de hacerlo, transiten por el lado derecho. Si no es que también le quitan la cubierta.
Varios conductores se detuvieron a ver lo que ocurría y a ofrecernos ayuda, pero la única alternativa fue llamar al servicio de grúa que ofrece nuestro seguro, que por cierto llegó en menos de 20 minutos.
Lo más curioso del caso es que, uno de los ciudadanos que se detuvieron a ofrecernos colaboración, nos informó que días anteriores, él mismo pudo haber tenido un desenlace fatal, porque transitando por esa vía, el vehículo que venía delante, igualmente se accidentó, al extremo de que se fue contra uno de los muros que cubren el túnel. Al llegar el conductor de la grúa nos dijo que no era la primera vez que eso ocurría. También un taxista amable que se ofreció auxiliarnos, narró algo similar.
Ese túnel, construido para descongestionar el tránsito, si no se corrige ese desperfecto y se le da mantenimiento permanente, podría convertirse, como ocurrió con un tramo del malecón, en el Túnel de la Muerte. Ojalá que los conductores tengan cuidado, y que alguna autoridad le ponga atención. Mientras tanto, pedir a Dios que nos proteja.

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