Sabrina Román no cabía dentro de sí. Las memorias de su padre, que cuenta la odisea de la familia del general José René -Pupo- Román Fernández, partícipe de la trama del 30 de mayo en que fue ajusticiado el tirano Rafael Leonidas Trujillo, finalmente serían del conocimiento popular con la puesta en circulación del libro “Nuestras lágrimas saben a mar. Memorias de una hija del general Pupo Román”.
Esa noche, la sala Salomé Ureña del Banco Central estuvo muy concurrida por familiares, personalidades culturales, amigos y por parientes de Luis Amiama Tió, sobreviviente de la gesta del tiranicidio y descendientes de los conspirados.
Una extensa línea de recibo, conformado por familiares de la escritora, todos jóvenes y adolescentes, manejaron con sencilla actitud y cortesía la tarea de dar la bienvenida a cada uno de los invitados.
Ya acomodados, centraron su atención en la autora que desde el escenario precisó que la única pretensión de la obra “vendría siendo arrojar nuevas luces a la verdad y realidad de un acontecimiento histórico que cambió el destino del país. Un libro con el que pretendo remover el velo de encubrimientos, omisiones y falsas acusaciones en torno a mi padre”.
El libro cuenta 420 páginas, con fotografías inéditas del álbum familiar e imágenes marinas captadas por Clara Quintero.