Érase una vez, la vainilla

Érase una vez, la vainilla

La vainilla es el fruto de una orquídea salvaje del mismo nombre, de una altura que puede alcanzar los 15 metros y que se encuentra en zonas de clima cálido y húmedo. Esta orquídea posee unas flores amarillentas que dan lugar a un fruto similar a las judías verdes, las vainas de vainilla.

¿CÓMO SE OBTIENE LA VAINILLA?

Las vainas de la vainilla se recolectan cuando están verdes y todavía no poseen aroma. Con el tiempo, estas vainas adquieren un color marronáceo, su piel se arruga y el suave aroma y sabor que las caracteriza comienza a aparecer. De cada una de estas vainas ya secas, se obtiene muy poca cantidad de vainilla (aproximadamente 2%), el principio aromático que se emplea para condimentar diferentes postres y dulces.

Para conseguir que la vainilla adquiera el suave aroma que la caracteriza, es necesario someterla a diferentes procesos. En primer lugar las vainas se sumergen en agua caliente y se introducen en cajas en las que permanecen durante dos días. En el interior de estas cajas es donde las vainas se arrugan y oscurecen. Una vez transcurridos estos dos días, las vainas ya oscuras se dejan al sol durante una semana, periodo durante el cual adquieren su peculiar aroma.

En el mercado existe también un tipo de vainilla sintética, si bien su aroma y sabor son más pesados y fuertes que los de la vainilla natural.

SU UTILIZACIÓN EN LA COCINA

Una de las aplicaciones más comunes de la vainilla es la de aromatizar y dar sabor a un postre tan tradicional como son las natillas. En este caso conviene abrir una rama de vainilla y raspando suavemente, hacer que las semillas vayan cayendo. Además, la vainilla puede emplearse en la elaboración de otros muchos postres ya que ésta especia posee diferentes modos de presentación. Puede comprarse en polvos y así espolvorearla sobre cualquier postre, o bien adquirirse en gotas de modo que se facilita su disolución, además de ofrecer mayor precisión a la hora de su administración.

Pero la vainilla no sólo es un ingrediente típico de postres caseros, sino que también es muy utilizada en la industria alimentaria a la hora de elaborar arroz con leche y natillas envasadas, helados, chocolates o bizcochos.
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Fuente: Consumer.es

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