De León espera sea definitiva prohibición extracción cauces

De León espera sea definitiva prohibición extracción cauces

El geólogo Osiris de León declaró que ojalá esta vez se cumpla la prohibición de extracción de agregados de los cauces de los ríos, actividad penalizada desde el año 1971, ya que en el país hay decenas de canteras secas que son fuentes de obtención de materiales para la construcción.

También citó que se pueden obtener agregados de las colas de presas, los paleocauces o antiguos rutas de ríos, terrazas aluviales y de la escoria de la explotación de ferroníquel en Monseñor Nouel y La Vega.
Dijo que en los ríos solo debe extraerse materiales para su canalización y así evitar inundaciones y no solo con fines comerciales como se ha estado haciendo.
“Saludamos la decisión de prohibición de extracción en los cauces, pero que esta vez se cumpla al pie de la letra”, apuntó.
Recordó que en el 1971 mediante la Ley 123 se prohibió esa práctica, la cual nunca se ha cumplido.
Indicó que esta práctica ha llegado a convertirse en una crisis ambiental en el país, por lo cual en el 2000 el entonces presidente Leonel Fernández convocó a técnicos para discutir la factibilidad de obtener materiales de otros lugares.
Explicó que a Fernández se le entregó un listado con las principales canteras de roca caliza, las cuales están ubicadas en San Cristóbal, Santo Domingo, Boca Chica, Pedernales, Ocoa, Villa González, en las sierra de Baoruco, Martín García, entre otras.
No ambientales. De León indicó que el Gobierno comenzó a dar permisos para la extracción de agregados en ríos sobresedimentados con los fines de canalizarlos y que puedan manejar caudales máximos en casos de eventos hidrometeorológicos extremos y evitar inundaciones, pero que en vez de retirar todo el material que ha sedimentado el río, las empresas solo sacan arenas y gravas.
“Por eso los permisos de los últimos cuatros años no han sido ambientales, sino comerciales”, expresó.
Puntualizó que los ríos que se requieran canalizarse, deben tener un diseño del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y la supervisión del Ministerio de Medio Ambiente.
Además que las empresas beneficiadas entreguen utilidades a las alcaldías y a Medio Ambiente para la reforestación de cuencas.
En el caso de las colas de presas, De León indicó que los embalses se encuentran sobresedimentados y han perdido entre el 30 y 40% de su capacidad de almacenamiento, por lo que es oportuno que sean limpiadas con lo cual además se abastece la industria de la construcción.
Otra reserva de materiales de construcción lo constituyen las toneladas de residuos de la explotación de ferroníquel realizada por Falcondo, los cuales fueron usados en la construcción de la autopista Duarte, por lo cual pueden ser utilizados nueva vez.

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