Fomentar la lectura con planes trazados por Ministerio de Educación

Fomentar la lectura con planes trazados por Ministerio de Educación

La literatura infantil aún tiene mercado. Pese a toda la competencia que enfrenta, sobre todo, en una era dominada por la tecnología, una herramienta aprovechable para fomentar la lectura en cualquier espacio.
Los escritores José Enrique García y Luis Carvajal recomiendan al Ministerio de Educación reforzar el hábito en las escuelas con planes que impliquen una buena selección. Eso sí, alertan, la diversidad de entretención ha vuelto a los niños muy exigentes y obliga a que la narrativa sea cada vez más interesante.
García, autor de El otro bobo y de El barco de luz, asegura que ha crecido la cantidad de escritores y de lectores infantiles y lo atribuye a que en los centros educativos hay proyectos para fomentar el hábito.
Mas considera que en el sector privado las cosas funcionan con mayor equilibrio y confía en que pronto el gusto por leer esté expandido entre los niños y más aun, les despierte la vocación de escribir.
Para eso cree necesario arreciar desde el Estado programas de lectoría y aprovechar el nicho que abre la Jornada de Tanda Extendida, pero el producto debe ser bueno, seleccionado con criterio.
“Leer es un trabajo fuerte. Los autores publicaban por entrega en diarios porque era el asunto epocal y eso condicionaba la escritura. Un cuento largo o una novela corta deben ser muy entretenidos para que los lean”, sustenta.
No obstante, aclara que la narrativa infantil además de gracia requiere mensaje, ayudar a formar el carácter.
Uno de los pilares sobre los que está sustentada es la oralidad y eso García lo valora como una gran ventaja, porque el folclor no tiene dueño. Por ese elemento los cuentos no pierden el sentido lúdico y trágico y hasta las grandes novelas empiezan como las obras para niños.
Indica que el género era escaso, pero que suplementos como Isla abierta abrieron caminos con publicaciones regulares y ahora todas las editoriales tienen capítulos.“Las escuelas privadas están ahí, evalúan y eso deben hacer las públicas”.
Faltan iniciativas. El poeta Luis Carvajal considera que hay un mercado inmenso no trabajado y que es un reto de Educación y de las familias que los niños y adolescentes lean, porque el país está muy lejos de una meta y el mercado editorial es limitado.
Lamenta que la edición más grande sea de mil ejemplares y quedan estancados.
Ve una enorme barrera entre los pequeños y la literatura. No está en la cultura de los padres llevarlos a las librerías y el contacto con los libros es traumático, porque su vínculo único es con los de texto, que no forman parte del concepto integral de fomento de la lectura, encima, sus precios amenazan.
Aunque exista en el discurso formal de Educación y de otras instancias, Carvajal censura la falta de fomento, porque la voluntad de empujarlo no corresponde a políticas adecuadas. Por eso está convencido de que urge una editora infanto-juvenil que dé soporte masivo y de calidad.
“En las épocas de regalos saturadas de porquerías masivas importadas, avanzar a que el libro sea un regalo predilecto, que los niños deseen uno. La realidad es que en la inmensa mayoría de los hogares no hay y si no fomentamos la lectura limitamos la creatividad, castramos la imaginación”.
Sobre la competencia, entiende que cualquier actividad debe complementar la lectoría, no reñir. Para esto, que la literatura infantil apunte a la inteligencia, no ser otra forma de dar clasecitas. Con eso derrumba la creencia de que el género es fácil.
Carvajal publicó el poemario Como si tuvieran alas y otros poemas, 26 textos escritos desde 1979. Tocan la realidad de la niñez, en un trabajo didáctico, versos libres, rimas y sonetillos, fuera de lo clásico, cuya musa es su hija.
Impulso oficial. Desde el Ministerio de Educación, responde Remigio García, coordinador de Lengua Española. Afirma que la Dirección General de Currículo impulsa la promoción de la cultura lectora y escrita, para estudiantes, docentes, personal administrativo y las familias.
De la selección de las obras, dice que el material es evaluado por ese departamento y una comisión de otras instancias.
Niega privilegios y expresa que los libros son adquiridos conforme a la Ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones del Estado; la 449-06, el reglamento 543-12, el decreto 164-13, y por los procesos y procedimientos del ministerio y de la Dirección General de Contrataciones Públicas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) establece un estándar de 10 libros por estudiante. Al respecto, García afirma que el país ya alcanza los ocho y que los títulos dominicanos deben representar el 25% de la biblioteca. Tienen como meta que a 2020 todas las escuelas lo cumplan.
Cita las Bibliotecas Escolares, cuya implementación expresa es procesual, porque requieren espacios, personal y recursos. La Hora del Cuento, Clubes y Rincón de Lectura, Olimpíadas, Concurso Nacional de Ortografía, de Guiones, el de Blogs de Lectores y otros, para todo el sistema.
Explica que la cartera no tiene un presupuesto para obras, que los requerimientos los hacen desde los niveles educativos, por lo que varía cada año según la disponibilidad del presupuesto global.

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