El Plan Cigua debe ser eje urbanístico en Domingo Savio

El Plan Cigua debe ser eje urbanístico en Domingo Savio

La intervención que hará el Gobierno en el sector Domingo Savio debería tener como punto de partida el Plan Cigua, un proyecto urbanístico diseñado por Ciudad Alternativa entre 1998 y 2004 para los sectores La Ciénaga y Los Guandules, que componen la citada barriada.
En la planificación de esos trabajos, que están a cargo de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita (URBE), también se tendría que incluir a la diversidad de organizaciones comunitarias que hacen vida en esos dos sectores de la zona norte del Distrito Nacional, sin dejar de lado a la alcaldía de esa demarcación.
Así lo explicaron representantes de Ciudad Alternativa y del Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), así como el arquitecto Cristóbal Valdez, quienes se refirieron a ese tema en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Román Batista, director de Ciudad Alternativa, afirmó que la transformación urbana de esos sectores debe conectarse con todas las organizaciones de base, con el ayuntamiento y dependencias del Gobierno, tal y como se concibe en el Plan Cigua.
“Lo que se plantea, a través de ese modelo de intervención, es que ese proceso sea una articulación colectiva entre los actores con intereses en el territorio, en este caso los pobladores tienen que tomar parte de las decisiones porque han mostrado capacidad para analizar, para concertar acuerdos y proponer alternativas para la solución de sus necesidades.
Batista reiteró que tiene que producirse ese encuentro entre la propuesta del Gobierno y la de las organizaciones, porque de lo contrario se pueden crear inconvenientes.
Exigen más información. Marcelino Moya, director de Copadeba, expresó que en sentido general los residentes de Los Guandules y La Ciénega no tienen informes detallados sobre los trabajos que ejecutará el Gobierno, por lo que hay mucha incertidumbre.
“Desde Urbe se ha dicho que se eliminarán 1,700 viviendas, que se construirán otras, que hay 400 apartamentos disponibles en La Nueva Barquita, pero esos detalles no se han discutido propiamente con la gente.
“Y en las reuniones que se han hecho se han dado esas mismas informaciones, pero sin decir cómo se va a llevar a cabo el proceso”.
Al hacer esas afirmaciones, Moya expresó que precisamente el Plan Cigua se articula partiendo de las necesidades de las referidas barriadas.
Asimismo planteó que a los encuentros que organice Urbe deberían integrarse los moradores de La Ciénega, porque hasta el momento solo se han reunido con los de Los Guandules.
De igual modo consideró que hay organizaciones comunitarias que son representativas y deben ser escuchadas, tanto como la iglesia católica y las evangélicas.
Moya también se refirió a la historia del desplazamiento de cientos de familias hacia los referidos sectores a partir de 1986, por disposición del entonces presidente Joaquín Balaguer.
“A raíz del anuncio del Plan Indicativo de la Zona Norte, en 1986, se decide la

movilización de todas las familias que vivían entre el Puente Duarte y el Puente Presidente Peynado.
“Esta gente llegó ahí porque el Gobierno mismo la trasladó, no invadieron terrenos de nadie, y hasta ahora ha sido la misma dinámica, el no consultar a las organizaciones para diseñar un barrio de acuerdo a como la gente lo necesita”.

Domingo Savio, modelo de estudio. El arquitecto Valdez explicó que La Ciénega y Los Guandules, que pertenecen al sector Domingo Savio, son las barriadas más estudiadas del país en términos de su desarrollo urbanístico.
A través del Plan Cigua, explicó, se plantearon de manera integral todos aquellos elementos que tenían que ver con la producción de riquezas, empleo, capacitación, espacios públicos, salud y educación.
Con relación a la infraestructura más conveniente para esa zona expresó que se hicieron importantes estudios de suelo, porque uno de los grandes problemas de esa área es la fragilidad de su terreno por las inundaciones.

Eso dio paso, dijo, a un modelo de reubicación de aquellas viviendas que tenían que ser removidas y relocalizadas dentro del barrio.
“En ese sentido, el Gobierno tiene en sus manos una posibilidad y unos recursos para hacer eso de una forma muy rápida, porque la concertación con la comunidad está hecha desde hace tiempo.
“Si hay un sector que ha sido estudiado hasta la saciedad y con la participación de la población ha sido Domingo Savio, entonces yo creo que hay un recurso enorme que el Gobierno puede utilizar, y que puede ejecutar lo que hace años se ha propuesto”.
Valdez consideró que, en vez de construir viviendas nuevas que salen carísimas, el Gobierno debería trabajar con las estructuras que la gente ha hecho.
El urbanista destacó además que en este proceso de intervención que llevan a cabo las autoridades no se debe dejar del lado al Ayuntamiento del Distrito Nacional.
A su entender el cabildo es la institución más importante de todo territorio, y en ese sentido un plan de transformación urbana como ese no puede excluir a ese organismo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas