¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo?

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Duarte lo dijo con palabras parecidas: hasta que no se castigue a los traidores como se debe el país continuará siendo una sentina. Ocupo parte del tiempo en un estudio histórico para escribir una novela y releo, busco, encuentro, recuerdo haber visto, que con una circularidad pasmosa todo está igual que durante la Primera República.

Pruebas al canto: Francisco del Rosario Sánchez escribió a Duarte que desconfiara de Ramón Matías Mella, la carta es anterior al trabucazo del 27 de Febrero.

Pese a que Santana, Bobadilla y su grupo declararon traidores a la Patria a Duarte, Sánchez, Mella, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina y otros ilustres patriotas, seis de los trinitarios trabajaban con el Libertador, poco después.

Los generales Sánchez y Mella trabajaron bajo las órdenes del Libertador Santana, pese a las diferencias tan profundas que hubo entre ellos.

Se consideraba extraño que una persona de respeto y recursos ocupara posiciones en el gobierno, dada la actitud de los políticos chismosos, serrucha palos, intrigantes, falsos, mentirosos, fabuladores.

Unos y otros se acusaron de poner la Patria al peor postor, algo como lo que dice René del Risco Bermúdez en un poema en el cual hay un verso inolvidable cuando alguien ofrece: ¿quieres un pedacito de mi Patria?

Buenaventura Báez quería protectorado francés, Francisco Pimentel gestionó protectorado inglés y Santana y su grupo decían que eran españoles.

Duarte y sus parciales, querían el poder para hacer una Patria libre e independiente de toda nación extranjera.

Ahora es igual. La guerra fría demostró que unos querían y obtuvieron la protección de la China de Mao Tse Tung, otros la protección del gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y otros, la protección de los Estados Unidos.

En el pleito de perros que se desenvolvía y se desenvuelve la política nacional de la Primera República, tal parecía que se apagaba la luz y cuando se encendía el teatro había cambiado totalmente: Santana expulsa a Báez, Báez expulsa a Santana.

Los cibaeños quieren que Santana pelee y si gana que les entregue el poder.

Después del eclipse total provocado por el Libertador y su grupo con la infausta anexión a España, la Restauración rescata los fueros de la República ¿y que pasó? Que volvimos a la misma vaina: chismes, sinfines serruchando palos, traiciones, cambios insólitos de chaquetas y gestiones para entregar la soberanía nacional a los Estados Unidos.

Ya este gobierno hastía con sus denuncias de que el gobierno pasado esto o lo otro.

Un día de estos comienza la otra competencia: tú me tiras las cajas y yo te tiro los cajones, tú sacas los trapos hediondos del gobierno de Hipólito Mejía y yo saco los trapos hediondos del anterior gobierno de Leonel Fernández.

Y mientras tanto ¿bajó el precio de la comida? ¿Hay energía eléctrica suficiente? ¿Resolvió el gobierno el problema del tránsito y del tráfico? ¿Recoge el cabildo del Distrito Nacional la basura o todos los días inventan un nuevo bla, bla, bla?

No voy a seguir el inventario de problemas de siempre, lo que quiero es que las autoridades resuelvan lo que les toca que el pueblo siempre ha resuelvo su parte.

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