Funcionarios irritan a Chávez

Funcionarios irritan a Chávez

CARACAS (AFP).- El presidente venezolano, Hugo Chávez, se ha mostrado irritado en sus intervenciones públicas de las últimas semanas, en las que ha incrementado sus regaños a funcionarios de todos los rangos y mostrado exasperación por las peticiones de sus partidarios.

   Entre estas reprimendas públicas destacan los llamados de atención al propio presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, por no encontrarse en un acto e, incluso, al vicepresidente José Vicente Rangel, en el último programa radiotelevisado Aló Presidente, por la marcha general del gobierno.

   «Tranquen la carretera, protesten, protesten. Yo soy el primero que pido que ustedes protesten contra las ineficiencias de mi gobierno», instó el jueves a sus partidarios Chávez en un acto en Ciudad Nutrias (450 km al suroeste de Caracas).

   El mandatario se queja públicamente de que en su programa ofrece un obra en algún lugar de Venezuela y cuando vuelve al mismo sitio, meses después, no se ha avanzado en su ejecución.

   «Soy el jefe de la oposición, porque critico a mi gobierno» dijo el pasado domingo, agregando que «la bestia mayor está aquí, la ineficacia, el burocratismo».  Chávez incluso ha llegado a precisar que ese es el enemigo mayor y no Estados Unidos como frecuentemente señala.

   Igualmente, repite a sus partidarios que no puede ocuparse de todas las cosas ni atender los problemas individuales personalmente.

   Desde que llegó al poder en febrero de 1999, Chávez mantiene un estilo directo con la gente que se le acerca en los actos y le entrega papeles con peticiones de trabajo, atención médica, becas para estudios, créditos, entre otros.

   Precisamente el programa incluye llamadas del público, casi siempre partidarios que lo felicitan, pero también le plantean problemas.

   Los papeles llenaban archivos enteros en el presidencial Palacio de Miraflores, según reportajes de la época, y eran tramitados por un equipo especial.

   Pero ahora da muestras de que se le agotó la paciencia.»Ya basta de ineficiencia, ya basta de retardo en hacer las cosas. Tenemos que hacerlas rápido y bien hechas», exigió este jueves a sus colaboradores.

   «Yo solo, por más esfuerzo que haga, el que hagan mis ministros y ministras, mi vicepresidente, no vamos a poder transformar a Venezuela con la profundidad que la nación lo requiere. Es imprescindible para mí como presidente y todos nosotros, contar con alcaldes y gobernadores verdaderamente revolucionarios en cada pueblo, caserío y cada campo», insistió.

   «Esa no es labor del presidente: es de los alcaldes y gobernadores», clamó el jueves, antes de dar su exigencia elemental: «trabajar rápido y bien como debe ser».

   Según sus partidarios, la actitud del presidente se inscribe en la «profundización de la revolución bolivariana», nueva etapa de su gobierno tras el triunfo en el referendo del 15 de agosto en el que sus adversarios intentaron revocar su mandato.

   «Nadie debe venir a ocupar ningún tipo de cargo público para beneficiarse a sí mismo, a sus familiares o a su partido. Ese debe ser uno de los signos de la nueva etapa de la revolución», remató el jueves.

   Fuentes del gobierno indican que Chávez se ha convencido de que algunos de sus colaboradores lo han engañado respecto a los logros de su gobierno y se dispone a hacer cambios en el gabinete pero después de los comicios regionales del 31 de octubre.

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