Millones aún esperan programa «Comer primero»

Millones aún esperan programa «Comer primero»

POR GERMAN MARTE
Millones de dominicanos pobres esperan que se haga realidad la consigna «comer primero» enarbolada por el presidente Leonel Fernández en su discurso de toma del posesión e, pero en la práctica aún no se perciben resultados. Así lo considera el arquitecto David Luther, director ejecutivo del Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI), quien advirtió que la pobreza ha generado situaciones de violencia incontrolables en varios países de América Latina.

La pobreza no se enfrenta de manera unilateral, ni de manera descoordinada, manifestó Luther.  Y añadió que el pueblo está cansado de las promesas sin cumplir de los políticos y están perdiendo confianza en sus propuestas.

Dijo esperar que las acciones de desarrollo social del gobierno sean sinceras, incluyentes, sostenidas y dirigidas a esos estratos que realmente las necesitan.

Luther subrayó que a casi cien días de aquella esperanzadora proclama presidencial, sólo se han hecho algunos levantamientos, con muy poca participación de las organizaciones populares de las comunidades metas,  pese a ser estas las verdaderas interlocutores de la población de escasos recursos.

En su opinión el anuncio del presidente Fernández de que implementaría el programa  «Comer es Primero»,  reflejaba las necesidades por las cuales atraviesan miles de familias de los sectores más pobres de la sociedad Dominicana.

De hecho, dijo, las expectativas de los dominicanos ante la llegada de las nuevas autoridades eran amplias y siguen siendo amplias

Sin embargo, advirtió, el proceso de selección de las familias beneficiarias del programa estaría políticamente viciado.

«Hasta el momento, solo sabemos que en el mes de Octubre en el barrio Los Guandules quedó inaugurado este programa con la presencia del Presidente de la República.  Fuera de esto solo hemos visto algunos mercados de ventas de productos de artículos de primera necesidad vendidos a bajos precios en los barrios de la Zona Norte como Capotillo, Simón Bolívar y La Zurza que facilitan el acceso a la comida de las familias de escasos recursos lo cual vemos como positivo para estas familias,  también la rehabilitación de los comedores económicos para la venta de alimentos a los trabajadores y chiriperos de algunas zonas como la oriental», dijo Luther.

RECOMENDACIONES

El director del IDDI recomendó la focalización  del programa para que beneficie sólo a aquellas familias con más dificultades, sin interponer banderas políticas ni religiosas, y por tanto esta labor debe hacerse en coordinación con los grupos comunitarios y las que hacen vida en los barrios y comunidades metas.

Sugiere la firma de un nuevo Pacto por la Solidaridad y Desarrollo Barrial, retomando como un punto de partida el Pacto Social que se firmó en el 2001 entre el Gobierno Dominicano y las organizaciones comunitarias.

Esa es la única forma de devolver un poco de esperanza de poder participar en el proceso de toma de decisiones sobre la vida barrial y de romper la cultura del «dao» que tanto caracteriza a los gobiernos de turno, manifestó. 

Además propuso la creación de una gran Mesa de Trabajo Barrial Permanente, donde haya transparencia y disposición de abrirse al pueblo y de aceptar propuestas de desarrollo barriales «para así evitar una nueva ronda de frustraciones y desesperanza por el tradicional incumplimiento de los gobiernos de turno». 

Adujo que a partir de estas mesas se puede gestar todo un plan de desarrollo barrial, a partir de la realidad de los pobladores y su situación de vida y no simplemente acudir a propuestas viejas formuladas en gabinete por personas ajenas a la realidad de los barrios.

Reiteró que el IDDI respalda las acciones positivas que realice el gobierno en lo referente a las políticas sociales, y pone a su disposición los recursos humanos así como su capacidad instalada en las comunidades a los fines de que estas políticas serán más efectivas y tendrán mayor impacto.

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