Respetemos las hipotenusas

Respetemos las hipotenusas

GABRIEL R. ROEDÁN HERNÁNDEZ
Ahí están las hipotenusas, desafiantes, insistentes, triunfadoras! En todas las ciudades y pueblos del país se imponen en los parques y en las isletas de las avenidas… Estos parques e isletas fueron construidos por ingenieros tomando en cuenta la estética y un diseño planificado de antemano suponiendo que sería el conveniente y aceptado por la ciudadanía, ya que son obras para uso público.

Pero que sucede, una vez terminadas la población comienza a usarlas y se encuentra con que las veredas encementadas o asfaltadas, no son las distancias más cortas para llegar a un punto X del parque desde una boca-calle cualquiera. Entonces comienzan a aparecer los caminitos de tierra que a fuerza de pisadas se han impuesto sobre la grama. ¡Esas son las hipotenusas!

En un país tropical con veranos de calores agobiantes, buscamos siempre la distancia más corta y menos asolada para llegar a nuestro destino. Nada ni nadie podrá obligar a papa-pueblo a caminar en ángulo recto, estilo militar, utilizando los dos catetos, cuando tiene la ventaja triangular del camino más corto que le ofrece la hipotenusa.

En las isletas sucede lo mismo. No vale que la siembren de grama o flores, o le pongan soga y palitos para impedir el paso. El peatón no lo respeta y abre su camino de nuevo.

Si los grandes establecimientos comerciales ubicaran sus entradas principales en las esquinas del edificio no habría problema. Pero la mayoría de las veces esas entradas se encuentran en medio de la cuadra. Entonces el peatón tiene la opción legal de cruzar por la esquina, o utilizar el camino más corto, ilegal, que atravesando la isleta ofrece la hipotenusa.

Tal vez por ese problema a varias isletas de las avenidas de Santo Domingo Oriental le construyeron jardineras con muros de unos dos pies de altura y relleno de tierra. Ya que esto resultaría antiestético y muy costoso para la capital, lo más práctico sería vaciar una calzadita en todos los lugares donde aparece una hipotenusa, a fin de evitar que se camine sobre el lodo en tiempo lluvioso. Ya que en caso de accidente el peatón que use las hipotenusas tiene la probabilidad de perder legalmente, debe tener mucho cuidado al cruzar la calle.

A varias isletas le construyeron caminos para accesar a la entrada principal de los edificios, pero esos caminos son catetos no hipotenusas, que es lo que quiere y necesita papa-pueblo.

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