Pequeñas queserías necesitan supervisión

Pequeñas queserías necesitan supervisión

En el país hay unas 400  plantas artesanales  dedicadas a la fabricación de quesos, las cuales   deben  ser sometidas a una revisión de las condiciones sanitarias  en que producen el alimento, altamente consumido por los dominicanos.

En el país hay unas 400  plantas artesanales  dedicadas a la fabricación de quesos, las cuales   deben  ser sometidas a una revisión de las condiciones sanitarias  en que producen el alimento, altamente consumido por los dominicanos.

Aquí también  tenemos una quesería formal, buena, que  necesita apoyo para producir quesos madurados que permitan que la producción sea competitiva, con relación a lo que demanda  la población turística y la local. Las plantas artesanales de quesos  están procesando entre 200 mil y 10 mil litros de leche por día.

La mayoría de esas pequeñas plantas procesa entre 200 y mil litros diario, según el doctor Bolívar Toribio, director del Centro de Adiestramiento Lechero (CAL), de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). 

Esas pequeñas y medianas plantas  fabrican principalmente quesos de hoja, de freir y geo, entre otros.

En muchas de esas fábricas artesanales no se hacen las cosas de la manera correcta, por falta de recursos económicos de sus dueños. Eso no impide que puedan trabajar correctamente, ya que las pequeñas queserías pueden formar cooperativas  que agrupen de 10 a 20 para comprar los equipos necesarios, principalmente el pasteurizador. 

Lo que esas plantas necesitan es un pasteurizador donde procesar su leche y cada dueño llevársela a su local, ya que cada quien tiene sus clientes, advierte Toribio, médico veterinario experto en proyectos ganaderos.    Recuerda que algo similar se hizo en Dinamarca, un país pequeño como el nuestro,  con las queserías  artesanales que hoy son negocios prósperos. “Ojalá que el proceso de cooperativización sea global: se compre la leche y se procese y que sea una junta de pequeños productores de quesos, porque eso, por un lado ya no lo resiste el consumidor local que necesita garantía de lo que está comiendo, y por el otro, nosotros no somos profesionales que estamos dado a decir que todo está bien, sabiendo que no es así”, dice Toribio. Precisa que en las queserías artesanales “hay cosas que hay que reconvertir  inmediatamente, si no nos vamos a quedar aplastados, ya que al país están entrando quesos de todas parte del mundo”.

Sin embargo, felizmente los dominicanos tenemos un sentimentalismo a lo nuestro: queso blanco de freir,  queso de hoja, queso Geo, no por las marcas, sino porque muchas plantas de aquí los hacen casi igual que las plantas originales.

Cree que esos tipos de quesos hechos con leche pasteurizada pueden entrar a Nueva York, Estados Unidos, en donde hay más de un millón  de dominicanos esperando quesos de su país. Cree que  el Consejo Nacional  para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (Conaleche) debe abocarse a  hacer una revisión de  los rubros pecuarios con el   plan de desarrollo que posee.

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Revisión de plan

El Conaleche, las federaciones ganaderas y las asociaciones de fabricantes de quesos tienen que ponerse los pantalones largos   a los 10 años de  la fundación de ese organismo, que ha tenido un gran impacto en el sector lechero, y abocarse a hacer una revisión de los diferentes rubros pecuarios con el   plan de desarrollo que  tiene, apoyado por los productores, el  IICA , la  Asociación de Hacendados y Agricultores.

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