Un Superintendente al banquillo.- Parece que el Superintendente de Bancos, Haivanjoe Ng Cortiñas, tendrá que recurrir a sus buenas relaciones en la alta dirigencia del Partido de la Liberación Dominicana para que le arreglen su mundo en la Cámara de Diputados, donde su oposición a que se legisle para regular las tarjetas de crédito al margen de la Ley Monetaria y Financiera le ha ganado algunos enconos y animosidades que, si se descuida, podrían pasar a las vías de hecho.
Francisco Antonio Matos, el diputado peledeísta por La Vega que recientemente introdujo al Congreso Nacional un proyecto de ley que procura imponer regulaciones a las tasas de interés que cobran las entidades financieras por el uso de sus tarjetas de crédito y otros servicios que ofrecen a sus clientes, sometió a la consideración de sus colegas un proyecto de resolución en el que solicita la interpelación del funcionario, al que acusa de restar autoridad al Congreso para legislar en torno al régimen legal del uso de tarjetas de crédito en el país.
Es poco probable (no vale la pena que nos engañemos) que esa iniciativa pueda finalmente prosperar, ya que los peledeístas, al igual que los bomberos, no suelen pisarse las mangueras; funcionan con la lógica del todos para uno y uno para todos. Y es una pena que así sea, que esa interpelación no llegue a darse, pues lo cierto es que no parece mala idea que el Superintendente de Bancos o cualquier otro funcionario o servidor público que haya olvidado a quién sirve, quién paga realmente su jugoso salario, sea sentado en el banquillo para que responda por sus acciones contrarias al interés y el bienestar de los ciudadanos, la categoría más sagrada en cualquier democracia que merezca ese nombre.