La “lujosa villa” de la magistrada Miriam Germán Brito resultó ser un casa normal

La “lujosa villa” de la magistrada Miriam Germán Brito resultó ser un casa normal

La segunda carta anónima que leyó el procurador Jean Alain Rodríguez durante la entrevista que los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura le hicieron a la magistrada Miriam Germán Brito hablaba de la “lujosa villa” que posee la jueza en la parcela 626 del municipio de San José de Ocoa.
La residencia, sin embargo, no tiene los lujos propios de toda villa campestre, tal como se puede apreciar en las fotos que acompañan estas líneas.
Al igual que la primera carta, esta también es anónima y fue escrita por alguien que conoce muy bien la jerga jurídica: utiliza palabras que son inusuales para el ciudadano común. Habla, por ejemplo, del “hijo interdicto” de la magistrada.
La carta, según explicó Rodríguez, fue enviada por alguien anónimo en este mismo mes.
Los bienes. El ciudadano que envió la segunda carta señaló que Germán debería explicarle al país cómo puede justificar sus bienes con su salario de jueza. También por qué ha usado a su hijo de testaferro, colocándole a su nombre bienes que él no puede justificar porque es un joven que nunca ha trabajado y “es interdicto declarado legal”. Por tanto, la magistrada Germán es su tutora legal y debe hacer las compras de su hijo.
Los bienes de que habla el ciudadano en la carta son la parcela 626 del municipio San José de Ocoa y el apartamento 2B del Residencial Manatí, que está ubicado en la calle Juan Sánchez Ramírez del sector Gascue. Ambas propiedades, sostiene el anónimo, están a nombre del hijo interdicto de la magistrada Germán: Orlando López Germán.
“Como ciudadano, y tratándose de una persona obligada por la ley a transparentar sus bienes, tengo derecho a saber por qué esos bienes inmuebles están a nombre de su hijo interdicto cuando en realidad son propiedad de la magistrada Germán, y queremos saber cómo generó ella para construir esa lujosa villa en Ocoa y comprar el apartamento de la capital”, sostiene la carta.
El ciudadano cuestiona además que esos inmuebles no están en la declaración jurara de bienes que la magistrada depositó en el 2016, a pesar de que a su juicio las propiedades son de ella.
El personaje anónimo, además de la carta, envió fotos de las propiedades.

La respuesta. Tras ser cuestionada, la magistrada Germán pidió ver las fotos de la hermosa villa y del apartamento. En torno al apartamento explicó que no es donde vivo porque su casa tiene todo el frente con enredaderas colgando. La casa de Ocoa, sin embargo, sí era la suya.
Para explicar el origen de esa casa señaló que tiene cuatro hijos y dos ellos, que nacieron fuera del matrimonio, son hijos del doctor Antonio López Rodríguez, quien tenía una casa en Las Mercedes, dos solares frente a Heminguay y un terreno que da a la Charles de Gaulle que, aunque en el título dice tener 35,000 metros, tienen en realidad 20,000.
El señor López Rodríguez tenía además, dijo la magistrada, una cantidad extraordinaria de obras de arte: Colson, Hernández Ortega y Virgilio Méndez, entre otras muchísimas cosas.
La jueza, por su lado, tenía una casa en Las Praderas y la vendió, así como también se vendió la casa de Las Mercedes.
“Entonces en esa casa hay parte de mi dinero y hay parte del de él porque lo que saqué de la venta de la casa se lo regalé a él y con lo que él tenía de lo que le tocó de su padre, le gustaba el campo y se hizo esa construcción. Por cierto que el ingeniero que la hizo se suicidó hace unos meses”, dijo la magistrada.
Respecto a las otras propiedades, indicó que además de los solares frente a Heminguay y en la Charles de Gaulle hay unas propiedades en una zona arrocera de San Francisco de Macorís que eran del padre de sus hijos y solo le han dejado una deuda de tres millones de pesos. Y es que, subrayó, tuvo que tomar un préstamo por esa cantidad en el Banco Hipotecario Dominicano (BHD) para poder pagar el Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI).
“Y me hizo tres millones de pesos porque logré que me le quitaran la mora y los recargos”, a puntó la magistrada.
Respecto a su hijo, Germán dijo que no es que lo use de testaferro sino que tienen una capacidad diferenciada, razón por la que ella es su tutora y tiene que encargarse de todos los asuntos de él.
Envió información
El procurador dijo que los denunciantes que le enviaron las cartas le dieron los contratos de compra y venta de las propiedades, donde no figuraba ningún tipo de donación o herencia. Germán respondió explicando que envió al Consejo una lista de todo lo que ella había percibido y de dónde venía cada cosa que le había comprado a su hijo.

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