Obstruyen el sistema de salud

Obstruyen el sistema de salud

Desde hace un buen tiempo tenemos el sistema de salud en República Dominicana entrampado en una serie de disputas entre los diferentes actores. Con discusiones plagadas de contradicciones, donde prima el cómo sacar beneficios de los resultados de consensos y acuerdos que nunca llegan o si se insinúan, son más efímeros que la independencia aquella.
Aunque la manzana de la discordia es ahora el tema del inicio de la famosa Atención Primaria, esto viene de lejos, pues los resultados de la reforma del sistema, normado por las leyes de Seguridad Social y general de salud y sus reglamentos, no se acercan a lo esperado, permaneciendo estancos en el tiempo los principales indicadores de salud dominicanos.
Mientras toda esta situación impera, vemos a las autoridades del sector con posiciones ambiguas, que expresan las consideraciones particulares y personales, no de una decisión política de gobierno, como un solo cuerpo. Un Ministerio de Salud totalmente ausente, carente de actitud que señale o muestre cuál es su pensar en torno a la problemática; una Superintendencia de Salud y Riesgo Laboral con una tórrida campaña publicitaria ( en estos días ya cesada) tratando de convencer no sabemos a quién, y con problemas para impulsar lo que sabe hay que hacer, porque en otras instancias se le obstruye, ya sea por mecanismos establecidos en el sistema, que hay que abolir, o por conveniencias políticas de momento ; un Servicio Nacional de Salud carente de los recursos necesarios para impulsar una atención primaria de calidad, complaciente con el colegio médico y los políticos locales en términos de nombramientos, al margen de los concursos (algo en lo que ambos no creen) y buscando los aplausos en las redes de comunicación; un consejo de la seguridad social donde no pasa nada que afecte al sector que representan los empresarios aun sea en beneficio de los afiliados; un gobierno que al parecer soltó el tema por situación puramente electoral, busca no confrontar. El Colegio Médico Dominicano “pichándole” el juego a la Asociación Nacional de Clínicas Privadas, con una visión equivocada respecto de los intereses de los médicos en sentido general, solo centrado en la conveniencia de los especialistas del sector privado, olvidando lo referente al bien de todos los médicos, y, sobre todo, los pacientes.
En tanto lo anterior ocurre, los que ostentan el manejo financiero y económico del sistema a partir del surgimiento del sistema de seguridad social siguen navegando en un mar de aguas tranquilas, ya que los actores que pudieran dar al traste con su tranquilidad y bonanza andan entretenidos buscando una parte del pastel unos, otros tras estabilidad en los puestos y, por último, un gobierno que no quiere ruidos en ambiente preelectoral.
Sin embargo, quien está pagando la inacción, la falta de entendimiento entre los actores gubernamentales, ausencia de una posición clara del Estado, expresado en posición del gobierno que lo administra, es el pueblo, son los ciudadanos. Que siguen en la orfandad, padeciendo y sufriendo de un sistema de mala calidad, excluyente; donde llevan la peor parte los más vulnerables, los más pobres.
Otra cosa que impide el avance es no darle seguimiento a procesos iniciados en gestiones anteriores, que fueron producto de análisis concienzudo, resultado de la discusión de la situación de salud y sus inconvenientes. Siempre ha primado por estos lares el “eso es bueno si lo hago yo”, también hemos oído la expresión de “yo no creo en eso”, pero quién lo dice, pues una persona que llega al puesto por la vía harto conocida, sin experiencia ni conocimiento en la materia. Salvo excepciones, claro está.
Lamentablemente, no vemos salida a la ineficiencia del sistema de salud dominicano, hasta no se coloque en el centro de la discusión al Ser Humano, materia prima del mismo.

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