Nuestra belleza no es de afuera sino de adentro

Nuestra belleza no es de afuera sino de adentro

Montserrat Bogaert

El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón abate el espíritu. Proverbios 15: 13.

¡Cómo nos preocupamos por mantener una linda y radiante belleza! Dejamos de comer para guardar la figura, hacemos ejercicios para estar en forma, gastamos mucho dinero en ropa y no escatimamos recursos para gastar si es para esto.

Cuidarnos no es malo, ni vestir bien, pero depende de la intención con que lo hagamos. Por eso debemos analizarnos y guardarnos de no caer en este abismo; pues fácilmente caemos. Como hijos de Dios sabemos que nuestra belleza no es de afuera sino de adentro; que es nuestro corazón, especial, porque a través de ella mostrarnos al Creador.

Nada hacemos con un clóset lleno de ropa, zapatos, pero teniendo falta de perdón y resentimiento. No importa el traje que vistamos; si no estamos limpios por dentro, no podremos lucir el traje que llevamos puesto.

Invirtamos en limpiar nuestro corazón sumergiéndonos en el spa del Espíritu, el cual nos hará lucir como reyes y reinas sin necesidad de gastar. Tú corazón es lo que vale, no tu cuerpo. Si lo buscas, Él te dirá cómo embellecerlo.

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