Félix del Monte y Ramona Tejeda soñaron ser los doctores de sus vecinos

Félix del Monte y Ramona Tejeda soñaron ser los doctores de sus vecinos

La honestidad, el respeto y el amor hacia los seres humanos son las bases fundamentales en la familia del Monte y Tejada, una pareja de profesionales de la medicina que lograron la realidad de sus sueños de ser los doctores de los vecinos que los vieron crecer y obtener sus títulos.

Regidos por el sacerdocio de proporcionar salud y por los firmes esquemas de formación familiar que recibieron de sus padres, los esposos Félix María del Monte Sanabia y Ramona Tejeda Reví, también han tenido la responsabilidad de traspasar esos dones educativos a sus hijos, para que de igual ellos den continuidad a esos valores a las siguientes generaciones.

Al recordar aquellos tiempos en el hogar de sus padres, Félix del Monte y Ramona Tejada no pudieron disimular las emociones de esos años de rectas disciplinas, pero cargadas de amor, que hoy exhiben y hablan con orgullo.

Ramona Tejeda es la quinta de nueve hermanos que provienen de una familia cristiana dedicada a los servicios del Señor, con la guía de una madre y un padre que siempre se preocuparon porque todos sus hijos se prepararan académicamente, que fueron personas de bien, de prosperidad, y que ayudaran a la humanidad.

“Mi padre fue un luchador, un hombre muy noble, que nos enseñó el respecto, dignidad, honradez, honestidad y rectitud, patrones que damos continuidad a través de nuestros hijos: Ricardo y Estela, cuya educación se fundamenta en conocer la palabra de Dios, aplicarla, a ser serviciales y colaboradores con los demás y a estudiar, sabiendo que las metas se logran con sacrificios, definiendo lo que se quiere y sabiendo que de las metas lo más importante no es cuando se logra, sino los obstáculos que hay que vencer para alcanzarlas ”.

Félix del Monte cuenta con iguales patrones, que le fueron infundados por su madre, Estela, pero especialmente por su abuela, Altagracia Sanabia, quien le enseñó el respeto y el servicio a los demás, mandatos en los que se centró en todos los aspectos de su vida, tanto profesional como en su papel de padre, esposo, hermano, vecino y en todo lo que rodea su convivencia cotidiana.

Los ordenamientos infundados por su abuela, dice, tuvieron mucho que ver con su elección profesional en la medicina, a fin de mantener y cultivar esas ideas de servir y respetar a los demás.

“Ricardo y Estela son dos jóvenes con mucha madurez, a pesar de su corta edad, porque han creado conciencia de que ellos son los responsables de una nueva generación que se prepara como relevo en la asunción de los deberes como los hombres y mujeres que conducirán una sociedad cada día más necesitada de reforzarles los buenos valores y de buenos profesionales”, precisaron ambos padres orgullosos de sus hijos y de los excelentes que serán en sus carreras.

Vida profesional

Ramona Tejada, con 17 años ejerciendo la gastroenterología y Félix del Monte, con 19 años en la práctica de la endocrinología, desde hace cinco años disfrutan el placer de alcanzar la meta anhelada de contar con un espacio propio, donde proporcionar salud, ha sido su pan de cada día.

Pero el caso de estos profesionales, que en su vida de estudiantes formaron parte de los fundadores de los sectores Mirador Norte y Sur, soñaron con ser los doctores que curarían, no solo a sus familiares, sino de todas las familias residentes en ese sector y de las urbanización aledañas, como son Real, Renacimiento, Bella Vista y Herrera.

Ese sueño se hizo realidad cuando hace cinco años, en una conversación en el consultorio de la doctora Ramona Tejeda, con tres amigos colegas, surgió la idea de congregar un grupo y construir un centro de salud en ese sector, que carecía de esos servicios

La doctora Ramona Tejeda manifiesta su satisfacción de haber tenido el privilegio de Dios de haberle puesto el nombre al Centro Médico Real. “El Señor me iluminó con el nombre y la idea de ir incorporando amigos médicos para la realización de proyecto.”

El conjunto de la obra está considerado como el gran logro profesional y personal, no sólo de ella y su esposo, sino de cada uno de los doctores que lo levantaron con el sacrificio de invertir todos sus ahorros, y que por demás incurrieron en compromisos de créditos bancarios para su terminación.

“La realización de ese centro ha sido para mi una satisfacción muy grata, porque es un lugar donde he tenido la oportunidad de brindar salud a mi comunidad, donde tanto yo como mi esposo hemos vivido más de treinta años, y donde aún residen sus familias“, dice la doctora Tejeda.

Félix del Monte, precisó “que es un privilegio trabajar en el mismo lugar donde uno vivió una importante etapa de su vida. Allí viví con mi madre y mi abuela, y fue allí donde conocí a mi esposa. Todo esto tiene un gran significado para nosotros en lo personal, así como en lo profesional, porque hemos podido compartir con otros compañeros colegas y crear un ambiente donde nos podíamos tratar como hermanos. Todos queríamos tener un lugar donde nos tratáramos con igualdad, no en un ambiente de empleados, sino de amigos, en un lugar en condiciones optimas de confort, de buena tecnología para trabajar y espacios cómodos”.

Ha ese proyecto le han dado gran parte de su esfuerzo como profesionales y como padres, porque han tenido que robarles muchas horas de estar con sus familias, para hacer de ese sueño, una realidad, dijo el doctor del Monte.

Para él es una gran satisfacción que la idea de su esposa halla fructificado hasta convertirse en lo que es hoy el Centro Médico Real.

Para la doctora Tejeda, en lo profesional ha significado un gran logro, porque en su sector no existía un centro de salud donde ellos pudieran recibir servicios de calidad, y en las emergencias teníamos que desplazarnos a los centros de la ciudad. “En lo personal eso significa algo extraordinario, porque yo siempre había soñado con tener un sitio donde yo pudiera brindar mis servicios, que además de humano, fuera desinteresado, y grancias a Dios he podido lograrlo, logro éste que el pasado sábado 22 cumplimos cinco años, por lo que nos sentimos muy complacido de la acogida que ha tenido en el sector y en todo el país, y muy satisfecho del grupo de médicos, paramédicos, de servicio y todo el personal humano que labora en el centro”.

Ramona Tejeda empezó a ejercer su profesión en el Centro Médico Caribe y en el Centro Clínico Mirador, por lo que aprovechando que estaba en el sector donde vivía, y que su esposo también ofrecía sus servicios allí, fue que se concibió la idea de dar a esa comunidad un centro de salud con todos los requerimientos de la medicina moderna y excelentes servicios.

[b]PERFIL[/b]

Félix María del Monte Sanabia nació en San José de los Llanos. Se graduó de médico general en 1979 en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En el 1981 ingresó a la especialidad de Endocrinología en el Hospital Luis E. Aybar, pasando luego al Hospital Salvador B. Goutier, donde realizó dos años más a la especialidad.

Ramona Inmaculada Tejeda Reví, nació en Pedernales. Al graduarse de médico general 1979 en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ingresó a la residencia de Gastroenterolgía del Hospital Salvador B. Gautier, donde de se formó como Gastroenteróloga Endocoipista.

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