Brisas:Solidaridad con Mayra Santana

Brisas:Solidaridad con Mayra Santana

Cuando veo que una persona requiere de solidaridad me pongo en el lugar de ella, porque dice un refrán “Hoy por ti, mañana por mí”.
Hago este preámbulo para hablarles de una laboriosa hormiguita que ahora requiere del apoyo económico y espiritual de todos nosotros: Mayra Santana, una servidora fiel del Señor y, por ende, de su prójimo. Desde que la conozco ha sido el timón seglar de la parroquia San Simón Apóstol de Villa Faro, municipio Santo Domingo Este.
Se ocupa de la Pastoral Litúrgica y ha sido la mano derecha de todos los párrocos. En los últimos años se le añadió la responsabilidad de la sacristanía, luego de la muerte de su titular.
Por varias décadas, Mayra laboró en la Universidad Iberoamericana (Unibe), institución de la que tuvo que retirarse debido a problemas de salud que se han agravado ahora al diagnosticársele condrosarcoma, un tumor maligno, a nivel de pubis izquierdo, razón por la que en los próximos días será sometida una delicada y costosa cirugía.
La comunidad de San Simón Apóstol, con su párroco Roberto Peña Beato a la cabeza, está orando, pero también apela a la sensibilidad y solidaridad de las personas, ya que Mayra no disfruta de un seguro médico.
Las ayudas económicas pueden ser depositadas en las cuentas número: 722035300 y 730588894 del Banco Popular; la primera es de la parroquia San Simón Apóstol y la segunda, de Karen Colombo Santana, hija de Mayra. También pueden llevarlas a la parroquia.
El próximo jueves la adoración al Santísimo estará dedicada a orar por su salud; ella estará presente y sentirá el afecto que le profesamos. Todos estamos invitados.
No hay mayor satisfacción que dar, y mejor todavía si lo hacemos de forma anónima y sin esperar nada a cambio. Sabemos, como dice la Palabra, que: “El Señor bendice al dador alegre”, por esa razón me hago eco de este caso apelando a la generosidad de todos, aun de los que no conocen a Mayra.
Qué alegría para Mayra Santana y para todos sus familiares y amigos cuando sientan que su recuperación fue obra del Señor a través de los médicos y con la ayuda de los seres sensibles y solidarios.
¡Vamos todos a cooperar!

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