Qué Se Dice. Un giro inesperado

Qué Se Dice.  Un giro inesperado

Como dicen en las películas, el caso de César el Abusador ha dado un giro inesperado. Porque ahora resulta  que el “reconocido narcotraficante”, al que las autoridades incautaron numerosos bienes y propiedades, incluido un yate de lujo, no tiene  una sola empresa   a su nombre,  según lo que reveló ayer en un programa de televisión el Director de la DGII, Magín Díaz. El funcionario explicó que a pesar de todas las propiedades  que se le atribuyen al “Rey de la Cocaína”, como lo llamaban, “no tiene nada registrado; no hay una empresa que se le pueda atribuir, ni un patrimonio, nada”. Y aclaró que, contrario a lo que se ha dicho y publicado, la DGII sí fiscalizó las   empresas que se dice son de su propiedad, y  lo mismo hizo con las personas que aparecen como  sus socios, a los que se notificó para que se pusieran al  día con el pago de sus impuestos. Es difícil saber, sin ser  abogado ni juez ni conocer a fondo el expediente, lo que eso significa para el destino final  de la acusación que le hace la Procuraduría General, que dicho sea de paso   no parece muy interesada en fortalecer, porque si así fuera ya habría enviado a un adjunto  a  Colombia a interrogar al capo. Es por eso que puede afirmarse que la revelación del Director de la DGII arroja más sombras y dudas sobre la “persecución” iniciada  en su contra, pues  no solo pudo operar libremente su ilícito negocio durante casi veinte años sino que pudo, también, evadir sin mayores problemas a las autoridades cuando las cosas se le complicaron. A nadie debe sorprender entonces que el 51% de los ciudadanos consultados por la firma encuestadora Mark Penn/Stagwel dijo creer que la Policía y el Ejército lo protegían, y no tengo dudas, ni necesito hacer una encuesta para confirmarlo, de que la mayoría de los ciudadanos opina que el caso en su contra se volverá sal y agua a pesar de la calculada aparatosidad conque actuó un Ministerio Público al que le gusta demasiado el espectáculo.

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