Los infartos y otras lesiones vasculares podrán tratarse utilizando inyecciones regulares de células que además de ser “madre”, es decir capaces de convertirse en otras células que regeneran los tejidos dañados, ¡serán “magnéticas”!

La terapia, ensayada en el Centro de Imágenes Biomédicas Avanzadas, de la Universidad de Londres, consiste en cubrir las células curativas con partículas de hierro, inyectarlas en la sangre y controlar sus movimientos mediante un imán ubicado fuera del cuerpo.

La llamada “focalización magnética”,según los datos   de la revista Prevenir,  permite hacer llegar las células al sitio preciso donde ocurrió el daño en el tejido cardiaco o arterial, mejorando cinco veces la ubicación obtenida con los métodos actuales.

Otro de los avances en la cirugía de corazón es la implantación de un corazón artificial de tamaño “mini”.

Cirujanos de la clínica universitaria de Heidelberg (Alemania) han implantado en el pericardio de una mujer de 50 años con insuficiencia cardiaca el primer minicorazón artificial de la historia, de sólo 92 g. y dimensiones mínimas comparado con los anteriores aparatos, que pesan más de un kilo. El corazón protésico más pequeño del mundo  hace todas las funciones que realiza el ventrículo izquierdo, actúa de forma sencilla y eficaz, y funciona al tiempo que sigue el ritmo sanguíneo de forma exacta, algo que los anteriores modelos no podían hacer del todo.

De momento, su fuente de alimentación está fuera del cuerpo e incluye un pequeño cable que lo rodea por el lado derecho haciendo las veces de batería, como si se tratara de algo así como un cinturón.

Análisis genético de cardiopatías

Las dolencias del corazón y las arterias tienen un componente genético. Científicos del Hospital del Mar de Barcelona, la Universidad de Tufts y el Centro Nacional de Genotipado han desarrollado el primer chip de ADN para determinar el riesgo cardiovascular a largo plazo.