El pasado 17 de diciembre la Universidad Nacional Evangélica celebró su Trigésima Quinta Investidura Ordinaria, un evento hermoso y solemne que parece estaba destinado a celebrarse en lo que bien podríamos llamar el mes rey, pues no es un secreto para nadie que la Navidad es la conmemoración del nacimiento del Dios- Hombre, del ser que divide la historia en dos, porque él es historia, hace historia y siempre será el centro de la historia, en el cielo y en la tierra.
Es precisamente en esta fecha y en estos días amenizados por los colores abigarrados de las luces navideñas, los hermosos decorados de los arbolitos, bajo la brisa fresca de diciembre, y en medio de los aprestos para hacer la compra de Nochebuena y año nuevo, cuando la llamada academia del Reino celebra su trigésima quinta investidura. Esta vez el lugar que sirvió de escenario para tan magno y trascendental evento fue el Garabito Country Club de Santiago.
Para la casa de altos estudios evangélica esta investidura marcó un hito, un antes y un después. Fue una graduación récord, en donde se entregó a la comunidad santiaguera y a todo el país la friolera cifra de 813 nuevos profesionales.
A tan importante acto asistieron unas tres mil personas y 813 graduandos que se invistieron como nuevos profesionales en diferentes ramas del saber, involucrando 19 licenciaturas y cuatro maestrías, entre otras: Educación en sus diferentes menciones, Psicología en sus diferentes menciones, Contabilidad, Administración, Enfermería, Idiomas, Educación Física, Mercadeo, Agroforestería y otras importantes ramas del conocimiento.
El discurso de orden estuvo a cargo del licenciado Salustiano Mojica, rector de la Universidad Nacional Evangélica, quien después de felicitar a los graduandos y graduandas hizo referencia a la crisis que confronta la educación en la República Dominicana.
Expresó que esta situación de crisis golpea todo el sistema educativo, lo cual se verifica en los reportes recientes de algunas agencias internacionales, tales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que en su Informe Mundial Sobre Desarrollo Humano 2009, dado a conocer recientemente en el país, refiere que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es de 0.777, lo que sitúa al país en la posición 90 de los 182 países del mundo que participaron en el estudio.
Añadió que aunque la cifra citada no es comparable con los datos reportados por informes anteriores, República Dominicana todavía permanece por debajo del promedio de América Latina y el Caribe, agregando que el informe coloca nuestra tasa de alfabetización de adultos en 89.1%, por debajo de la media reportada para América Latina y el Caribe que se sitúa en un 91.2%.
El rector de la UNEV retó a los nuevos profesionales a trabajar para llevar a su mínima expresión una tasa de analfabetismo que se encuentra situada en el 10.9%. Y una tasa bruta de matriculación en los niveles primario, secundario y terciario situada en un 73.5%, también por debajo de la media para América Latina y el Caribe con una tasa de 83.4%.
En su alocución, aclaró que estos datos no deben constituirse en un arma de ataque al Gobierno, debiendo considerarse como un reto para todos, en especial para las academias de estudios superiores, lo cual no excluye al Gobierno de su responsabilidad, puesto que éste debe velar, entre otras cosas, por la calidad del sistema y por un mayor presupuesto para la educación básica, media y terciaria universitaria.
Al final del discurso, el rector abogó por el establecimiento de una cultura de calidad en el país, que deje de lado el inmediatismo y la improvisación de las instituciones y los ciudadanos. Dijo que en la academia evangélica esta cultura de calidad ha empezado con el inicio de un proceso de acreditación por parte de la Asociación de Universidades del Sur de los Estados Unidos, con sede en Atlanta, en donde fue recibido para iniciar aplicación, junto a cuatrocientas universidades de diferentes puntos del planeta.
Lograda la acreditación, los estudiantes de la UNEV y los egresados podrán completar estudios y realizar postgrado en numerosas academias de Estados Unidos y otros países. De la misma manera, República Dominicana se convertirá en punto de encuentro e intercambios para estudiantes de diversas academias del mundo.