Por motivo del cumpleaños de Su Majestad, el emperador Akihito de Japón, el embajador en el país de esa nación Nobutaka Shinomiya, celebró en su residencia la Fiesta Nacional del Japón.
Al llegar a la residencia, los invitados eran recibidos por el anfitrión de la noche, Nobutaka Shinomiya, y su esposa Kuniko Shinomiya, quienes los convidaban a disfrutar de esta gran fiesta. Este año la fiesta es de mayor júbilo, porque coincide con el vigésimo aniversario de su ascensión como el 125 soberano del Japón y sus bodas de oro con la emperatriz Michiko. Nobutaka Shinomiya dio la bienvenida y manifestó que para Japón estos 20 años fueron un período de sucesivos y serios problemas tanto en lo económico como en lo social. Sin embargo, a pesar de esta difícil realidad interna, el país mantuvo su habitual política exterior, con la decisión de seguir cumpliendo su papel dentro de la comunidad internacional, adecuado a su capacidad de nación.