Al menos veinte muertos en incesante infierno de ataques suicidas

Al menos veinte muertos en incesante infierno de ataques suicidas

 

 

Por Namir Sobhi
Bagdad, 16 jul (EFE).- Más de veinte personas murieron y más de cuarenta resultaron heridas en atentados perpetrados por la insurgencia, el mismo día en el que se supo que once soldados estadounidenses son acusados por el mando militar de maltratar a detenidos.

   El ataque más sangriento, en el que diez personas murieron y otras 20 resultaron heridas, fue cometido por un suicida que estrelló su coche bomba contra un puesto de control mixto del ejercito y la policía iraquí, en la localidad de Al Eskanderiya, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad, informaron fuentes policiales.

   Entre los fallecidos hay siete uniformados -policías y militares- y tres civiles, explicó la fuente, que detalló que entre los heridos figuran doce miembros de los cuerpos de seguridad iraquíes.

   Tras el ataque, los cuerpos de seguridad cerraron totalmente al tráfico la carretera que une Bagdad con las provincias del sur del país.

   Este atentado se produce una día después de que otro ataque -también perpetrado por un suicida contra un puesto de control policial en la misma zona- dejara el mismo número de muertos y una cantidad similar de heridos.

   Al Eskanderiya está incluida dentro del denominado «triángulo de la muerte», escenario habitual de combates entre las tropas estadounidenses e iraquíes y los grupos insurgentes, así como de enfrentamientos entre las comunidades chií y suní.

   Pocas horas antes, en Mosul, a unos 450 kilómetros al norte de Bagdad, cinco agentes del orden perdieron la vida cuando un suicida detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo en el interior de una comisaría, aseguró a EFE el oficial de policía Wafeq Mohamed Abdelsatar.

   Este atentado, perpetrado en la comisaría de Hamam Al Alil, hirió a veinte personas, entre uniformados y civiles, precisó la fuente que añadió que la detonación causó serios daños en el edificio.

   El tercer incidente ocurrió en el barrio bagdadí de Al Daura, donde cinco personas perdieron la vida -dos miembros de las fuerzas antiterroristas iraquíes «magaguir» y tres civiles- por el estallido de un coche bomba conducido por un suicida, declaró a EFE el teniente de policía Hamid Sabar al Yabouri.

   El atacante se lanzó contra una patrulla de los «magaguir», indicó Yabouri, que añadió que el atentado dejo además trece heridos, siete miembros de las fuerzas de la seguridad y seis civiles.

   La espiral de violencia de hoy coincidió con el anuncio, realizado por el mando norteamericano, de la acusación contra once soldados estadounidenses por maltratar a detenidos iraquíes, sospechosos de estar implicados en ataques contra las fuerzas de la coalición.

   El coronel norteamericano Clifford Kent informó, en un comunicado, que «el equipo de investigación para los delitos cometidos por el ejercito estadounidense en Irak comenzó las indagaciones para determinar la responsabilidad de los once miembros de la ‘Task Force Bagdad'».

   Los militares están acusados de diferentes delitos, entre ellos no prestar el auxilio debido y denegar la atención médica apropiada a los detenidos, según la nota del mando estadounidense.

   Las supuestas irregularidades de los uniformados estadounidenses se produjeron durante una operación militar desarrollada el pasado miércoles contra presuntos feudos de la insurgencia.

   «Todos los detenidos durante la operación ya han sido puestos en libertad excepto uno, que ha sido acusado de terrorismo, por lo que todavía permanece arrestado», continúa el escrito.

   El coronel también subrayó que «todos los detalles de la investigación permanecerán en secreto hasta que concluyan las oportunas medidas administrativas y legales».

   Por último, la nota añade que los once acusados han tenido que presentarse ante el mando militar para «completar el proceso de investigación». EFE

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