Vehículos abandonados y basura ocupan vía

Vehículos abandonados y basura ocupan vía

POR ODALIS MEJIA
La práctica de utilizar la vía pública para depositar chatarras y vehículos en desperfecto continúa siendo uno de los principales obstáculos para el tránsito en la capital. En los sectores Lucerna, Alma Rosa I y II, El Faro e Isabelita ayer había vehículos en abandono ocupando calles, a los que se unen vertederos improvisados donde se lanzan desperdicios que contaminan el ambiente y se convierten en focos para la reproducción de ratas y alimañas.

En la calle 27 esquina Club de Leones, de Alma Rosa I, un autobús de color amarillo lleva alrededor de cinco  meses abandonado en el lugar, según explicaron residentes en el sector.

Alberto Pérez, residente cercano, dijo que el vehículo se ha convertido en una «letrina» y que es utilizado como guarida para delincuentes que frecuentan el lugar.

Ramón Ortiz expresó que en reiteradas ocasiones han solicitado al Ayuntamiento  de Santo Domingo Este y la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) remover el vehículo. Hasta ayer permanecía allí.

Ambos afirmaron que ese vehículo, junto a otro que ya fue retirado, son llevados por mecánicos que utilizan las piezas en buenas condiciones para reparar otros.

En la calle 13 esquina Carretera de Mendoza se ha formado un gran vertedero de chatarras y basura. Según Lorenzo Mota, propietario de un taller de mecánica ubicado al lado del basurero, éste lleva más de un año sin que hasta ahora ninguna autoridad haya buscado limpiarlo.

Afirmó que personas lanzan todo tipos de desperdicios, hasta animales muertos, lo que provoca una hediondez insoportable.

En tanto cúmulos de basura se convierten en obstáculos en las calles Octavio Mejía Ricart y La 20 del ensanche Alma Rosa II, donde algunos residentes colocan los desperdicios en las avenidas y aceras.

María Mojica, quien vive en la calle 20, admite que el Ayuntamiento de Santo Domingo Este recoge la basura casi a diario, pero que en ese sector se producen muchos desechos, a lo que se suma la falta de organización para la disposición de los desperdicios.

«Imagínate, nadie  colabora para poner tanques en los frentes para evitar que se riegue esa basura y tener esto más bonito», dijo.

 En las inmediaciones del Faro a Colón ya se han vuelto cotidianos los montones de basura acumulada, restándole esplendor a esa zona que era reconocida por la limpieza y las bellas condiciones de su ornato.

Además, los transeúntes se ven impedidos de caminar por la acera libremente, por lo que tienen que hacerlo por la avenida, lo que resulta un riesgo por la velocidad con que se desplazan los vehículos.

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