ROMA (AP).- Roma aceleró el viernes los preparativos para la consagración oficial del papa Benedicto XVI en una misa al aire libre que se celebrará en la Plaza de San Pedro y a la que se espera asistan cientos de dignatarios y medio millón de feligreses.

Entre los peregrinos que las autoridades esperan lleguen a la plaza figuran unos 100.000 ciudadanos de Alemania, el país de origen del pontífice.

Aunque la multitud no alcanzará a los tres millones de fieles que colmaron la capital italiana tras la muerte del papa Juan Pablo II, es suficiente para que las autoridades implementen algunas medidas, entre ellas un estricto plan de seguridad.

«Roma se está preparando para otro desafío extraordinario», declaró el viernes el alcalde Walter Veltroni. «El éxito de los planes implementados en las últimas semanas, en condiciones aún más difíciles que las actuales, nos alienta».

Benedicto fue elegido el martes en uno de los cónclaves más breves del siglo. Para la Ceremonia de la Investidura se espera la llegada de cientos de personalidades importantes de todo el mundo, incluyendo líderes religiosos, presidentes y primeros ministros, por lo que las autoridades han extremado las medidas de seguridad.

El espacio aéreo permanecerá cerrado en un radio de ocho kilómetros entre las 8.00 de la mañana y las 4.00 de la tarde (de 06.00 a 14.00 GMT), dijo la autoridad de aviación de Italia.

El Aeropuerto Ciampino _que es utilizado tanto para vuelos civiles como militares y por aerolíneas de bajo costo_ estará cerrado desde el mediodía del sábado hasta la tarde del domingo.

El tráfico del Aeropuerto Leonardo Da Vinci, el principal de Roma, no estará afectado, indicaron las autoridades.

El diario italiano Il Messaggero dijo que unos 10.000 policías serán emplazados en las calles de la ciudad para garantizar la seguridad.

Se espera que la mayor parte de los 500.000 peregrinos llegue el sábado a la noche o antes del amanecer del domingo, a pocas horas del comienzo de la misa, previsto para las 10.00 de la mañana (08.00 GMT), manifestó Guido Bertolaso, titular del Departamento de Protección Civil.

Las autoridades vaticinan que italianos de distintos puntos del país llegarán a la capital alentados por el hecho de que el lunes es un feriado nacional.

Los funcionarios planean instalar pantallas gigantes en el área del Vaticano para permitir seguir la ceremonia a los peregrinos que no puedan llegar a la Plaza de San Pedro.

«Estamos tranquilos», dijo Bertolaso, pero advirtió: «Es un acontecimiento muy importante y no podemos restarle importancia».